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  Por el libro
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11 de febrero de 2009

El Nuevo Herald

Un negocio de Miami-Dade que cobró cientos de millones de dólares en cheques durante el auge del mercado inmobiliario recibió un golpe el lunes cuando un jurado federal encontró culpable a la empresa y su dueño de confabulación y de infringir leyes bancarias.

Tras deliberar durante dos semanas, el jurado declaró culpable a la La Bamba Check Cashing y a su dueño, Juan René Caro, de 41 años, de declarar $132 millones en transacciones de dinero falsas a nombre de cientos de compañías constructoras.

Varias de esas empresas no identificadas, que trataron de evitar el pago del impuesto federal de nómina, el impuesto empresarial y el seguro de compensación a trabajadores, son objeto de investigaciones penales independientes, dijeron autoridades federales.

Caro, que tiene millones de dólares en propiedades, enfrenta hasta 15 años de cárcel cuando lo sentencien el 20 de abril. Los fiscales están tratando de confiscar algunos de sus activos.

Su difunta compañía, patrocinadora del Miami Heat durante la temporada del 2006, enfrenta una multa de $500,000 por cada uno de los veredictos de culpabilidad.

El jurado no llegó a un acuerdo sobre cargos contra otros dos acusados de La Bamba: el cuñado de Caro, Alfredo González, que procesaba los cheques, y José Jorge Chaoui, encargado de verificar las transacciones. Los fiscales dijeron que los volverían a encausar.

Otros dos acusados, Oscar Alberto Valle y Meylin María Morales, siguen prófugos.

Antes de ser clausurada y sus activos congelados el año pasado, La Bamba tenía más de una docena de locales en Miami-Dade, además de vehículos que iban a las obras de construcción para hacer efectivos los cheques de los trabajadores. Durante el auge inmobiliario, la compañía presentó más de $600 millones en transacciones financieras ante el Servicio de Rentas Internas entre el 2006 y el 2007, según los documentos judiciales.

Las instituciones financieras, entre ellas las que hacen efectivos cheques, como La Bamba, la Ley de Secreto Bancario y otras normas les exigen presentar reportes de transacciones monetarias ante el Departamento del Tesoro por cualquier cantidad por encima de $10,000. La institución financiera tiene que verificar la identidad y el número de Seguro Social o identificación tributaria de cualquier persona o empresa que haga efectivo un cheque por encima de esa cantidad.

El fiscal federal adjunto Wilfredo Fernández presentó pruebas que mostraron que entre agosto del 2005 y enero del 2008 los acusados se confabularon para ayudar a empresas de construcción y empresarios a hacer efectivos cheques sin revelar su identidad, a cambio de una comisión de entre 3 y 5 por ciento del valor de cada cheque.

Según las pruebas, Valle, Morales y Caro reclutaron a cientos de contratistas y subcontratistas interesados en hacer efectivos cheques en La Bamba a través de compañías pantalla que los acusados habían establecido para ocultar la identidad de sus clientes.

Las compañías de construcción cobraban cheques pagaderos a las compañías pantallas y recibían efectivo de La Bamba, pasando por alto sus obligaciones tributarias de nómina y empresariales ante el gobierno federal, el Seguro Social y el Medicare.

Fernández mostró que los acusados presentaban reportes de transacciones monetarias ante el Departamento del Tesoro que afirmaban falsamente que las empresas pantalla habían tramitado los cheques. Esto le permitía a La Bamba y sus empleados ocultar no sólo la identidad de las partes sino también la fuente de los fondos, dijo Fernández.

Por estos servicios, La Bamba, Caro y otros ganaron millones de dólares en comisiones.

El fiscal federal Alexander Acosta dijo que el fraude de La Bamba fue algo común durante el auge del mercado inmobiliario.

'Una y otra vez vemos a personas de grandes recursos tratar de usar empresas pantalla y otros tipos de fraude para no cumplir sus obligaciones financieras', dijo Acosta. ``En estos tiempos difíciles tenemos que tomar medidas particulares para garantizar que todos cumplan sus responsabilidades financieras'.