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24 de enero de 2009

El Vocero

La Agencia federal de Protección Ambiental (EPA) exigirá a los corredores de bienes raíces en Puerto Rico que certifiquen que las residencias que ayuden a vender o comprar estén libres de plomo, informó el director de la División del Caribe, Carl Axel Soderberg.

El funcionario federal manifestó que los corredores o realtors deben garantizar que se hacen inspecciones a las casas construidas en o antes del año 1978 y notificar a EPA si hay algún contenido de plomo en la pintura.

"Nos tienen que notificar si tienen pintura con plomo o no. Se les ha ido a dar charlas a los realtors y ya conocen que lo tienen que hacer. En estos momentos se acabó la fase educativa", expresó Soderberg en entrevista con EL VOCERO.

Dijo que los profesionales de ese campo que no cumplan con las nuevas disposiciones de la EPA podrían exponerse a procesos administrativos en la dependencia con consecuencia de penalidades.

Ese metal pesado ha sido usado también en aplicaciones en productos metálicos, cables, tuberías y pesticidas.

A partir de la década de 1970 se prohibió las pinturas con plomo por considerarlo un químico altamente tóxico, cuyos efectos adversos son altamente preocupantes. Al punto de considerársele uno de los cuatro metales que tienen un mayor efecto dañino para la salud humana, principalmente a los niños.

El plomo puede causar perturbación de la biosíntesis de hemoglobina y anemia, incremento en la presión sanguínea, daño a los riñones, abortos, perturbación del sistema nervioso, daño al cerebro, afectar el sistema nervioso y el cerebro del feto a través de la placenta de la madre, disminución de las habilidades de aprendizaje de los niños, jóvenes y adultos, perturbación de la conducta en la niñez con agresión, comportamiento impulsivo, hipersensibilidad, problemas en la coordinación, retardo mental, entre otros, según información en la Internet.

Entre los síntomas del envenenamiento con plomo están dolor de cabeza, vértigo, diarrea, fatiga, migrañas, cefalea, psicosis, delirios de grandeza e insomnio o perdida del sueño.

En casos agudos, se reporta estupor o convulsiones que podrían degenerar en coma y hasta la muerte.

Según Soderberg, a nivel de las regulaciones de la Ley federal de Aire Limpio EPA está requiriendo a todas las entidades que tengan en sus almacenes desde una tonelada en delante de cloro, un plan de manejo de riesgos.

Afirmó que muchas personas creen que este tipo de regulación solo aplica a las industrias farmacéuticas o las petroquímicas, pero que una tonelada de cloro es similar a las cantidades que utilizan en el mantenimiento de las piscinas grandes como las que se encuentran en hoteles, universidades, el Albergue Olímpico, el Natatorium, entre otras.

En el plan las entidades deben identificar el protocolo que seguirán en caso de un accidente como por ejemplo, el radio de posible contaminación, la gente expuesta, el método de notificación a la ciudadanía, las rutas de desalojo.

El funcionario explicó que ese plan es sumamente necesario por la toxicidad del cloro, situación similar a lo que ocurre con la amonia en los frigoríficos y las industrias de la leche y la cervecerías.

"La amonia mata. Cuando sube una nube abrupta puede afectar seriamente la salud o matar gente", precisó el Director de EPA.

Enfatizó que los inspectores van a visitar al sector regulado para revisar los planes y expedir multas a quienes no lo tengan.