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  Estirando el chavito
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28 de noviembre de 2005

La locura consumista se adueñó este viernes de Estados Unidos en el llamado ?viernes negro?, que representa el pistoletazo de salida del período de las grandes compras navideñas, en el que los estadounidenses se gastarán más de 400,000 millones de dólares.

Las colas, los madrugones, los descuentos y alguna que otra pelea entre los consumidores más ansiosos por entrar en las tiendas fueron la tónica de un viernes mítico en el calendario de los centros comerciales, que tradicionalmente se apuntan una considerable ganancia en estas fechas.

Algunos minoristas cambian incluso en esta fecha los números rojos por los negros, de ahí el nombre de ?viernes negro?.

Las grandes cadenas del país han hecho lo imposible por que continúe la buena racha, y se han esmerado en facilitar la vida a unos compradores con las finanzas domésticas alicaídas a raíz de la subida del precio de la gasolina.

Cadenas de almacenes como Target ofrecen hasta un servicio de despertador para que sus clientes ?no se pierdan las mayores rebajas del año?.

Este exceso de consumo, muy criticado por el movimiento internacional Hoy No Compres, que instó a millones de ciudadanos de 65 países a quedarse al margen de la orgía compradora, es uno de los principales pilares de la economía estadounidense.

En la actualidad, el gasto de los consumidores supone alrededor del 65% del Producto Interno Bruto (PIB), de ahí que economistas, centros de estudios y dirigentes políticos sigan de cerca los pasos de las billeteras de los consumidores.

Por el momento, los ?gurús? no se ponen de acuerdo sobre el desenlace de la temporada que acaba de arrancar.

La firma de investigación The Conference Board, con sede en Nueva York, pronosticó que los estadounidenses gastarán este año un promedio de 466 dólares por cabeza durante el período festivo que empezó oficialmente ayer, 10 dólares menos que el año pasado.

La Federación Nacional de Minoristas es más optimista y cree que los consumidores aumentarán sus gastos en un 6%.

Según datos del centro, las ventas han aumentado ininterrumpidamente desde 1999, cuando registraron el mayor repunte de los últimos años, al subir en un 8.3%.

Mayores descuentos

Los centros comerciales han prestado atención a los que dicen que este año imperará la cautela y han diseñado unas campañas de descuento más agresivas que en otros años, con la esperanza de que los compradores sucumban al hechizo de ?la ganga?.

Wal-Mart, la mayor cadena de distribución del mundo, con más de un millón de empleados sólo en EU, atrajo el viernes a millones de personas con productos muy rebajados, como películas en DVD a 3.44 dólares.

Kalle Lasn, el ex ejecutivo publicitario que hace 14 años fundó la campaña Hoy No Compres, se echa las manos a la cabeza y sostiene que este exceso de consumo no sólo es ?insostenible?, sino que es uno de los principales responsables de la actual crisis medioambiental.

La maquinaria económica estadounidense está basada en ese consumo y en constantes tasas de crecimiento que, al menos por el momento, no dan grandes síntomas de flaqueza.

En lo que va del año, la mayor economía mundial ha asumido la devastadora factura de los huracanes Katrina y Rita y el impacto de la imparable subida del precio del crudo, a la que John Snow, el secretario del Tesoro estadounidense, se refiere como ?un viento contra la economía global?.

A esos factores se suma el poco estimulante endurecimiento monetario que el Banco de Reserva Federal (Fed) ha protagonizado desde junio de 2004, con 12 subidas consecutivas de los tipos de interés que han dejado el precio del dinero en el 4%.

Pese a los contratiempos, EU creció un saludable 3.8% durante el tercer trimestre del año y los expertos pronostican que en 2006 seguirá creciendo por encima del 3%.

Ese crecimiento se apoya, en gran medida, en el persistente endeudamiento de los consumidores, que siguen gastando por encima de sus posibilidades, al recurrir al crédito disponible, la venta de activos y los ahorros acumulados.