7 de enero de 2006
Y aunque cuando uno habla de la cuenta de cheques piensa sólo en el cuadernillo de cheques, también se debe tener en mente como parte complementaria a la tarjeta ATM que te entregan al abrir la cuenta, pues ambas las usas para hacer retiros, pagos y depósitos. Lo preferible al ordenar los primeros cheques impresos con tu nombre, es que tengan copia duplicada, pues son muy útiles para el momento en que deseas hacer un balance entre pagos y depósitos. Lo segundo es que cada que hagas un pago o un depósito, lo anotes inmediatamente (o antes de irte a acostar, pero que no pase del mismo día) en el cuadernillo de registro que te entregan con tu chequera. Hacer esto te ayuda a mantener conocimiento exacto de tu balance, lo cual te evitará caer en SOBREGIROS, o hacer pagos con cheques sin fondos, que además de crearte multas caras e innecesarias, afecta el historial de tu cuenta. Además de los datos básicos (fecha, nombre de a quien se hace el pago, cantidad y firma), el cheque contiene dos partes necesarias para el control de gastos y pagos: el número del cheque y el espacio para anotar para qué es el pago. Este último dato muchas personas lo dejan en blanco, cuando es de mucha importancia, pues es lo que te permite demostrar con qué número de cheque hiciste determinados pagos en caso de reclamos y es lo que al final de cuentas te ayuda a evaluar cada determinado tiempo (mensualmente, por ejemplo) cuáles pagos realizaste y qué tipos de gastos has hecho en el último período. El cuadernillo de registros tiene también esta función de control de depósitos, pagos y balance, pues en él se puede anotar paso a paso la fecha de uso de cada cheque, la cantidad depositada o tomada de la cuenta y el concepto del pago o deposito. Un olvido muy común Algunas personas piensan en los cheques como el único instrumento de su chequera. No es así. La tarjeta ATM que te dan para hacer uso de cajeros y pagos en lugar del cuadernillo de cheques, es parte de la misma cuenta. Por lo mismo, los gastos que haces usando la ATM debes anotarlos en tu cuadernillo de registro de pagos y depósitos, para llevar una contabilidad completa y tener al día tu balance exacto. Recuerda, cuando usas tu tarjeta ATM estás usando efectivo de tu cuenta corriente. Diferente a tu tarjeta de crédito, que es un préstamo del banco. La seguridad de su cuenta de cheques Los cheques están impresos con elementos de seguridad especiales que te proveen protección y reducen la posibilidad de mal uso por parte de terceras personas, como marcas de doble agua e impresiones con tinta invisible que no pueden ser fotocopiadas. La seguridad de la información en tus cheques es la parte más importante en su uso, para evitar que sean duplicados y que se hagan compras indebidas con cargo a tu cuenta. Por esta razón, tu número de cuenta no aparece en el duplicado de tus cheques. Otro aspecto de seguridad es el número clave para el uso de tu tarjeta ATM. Memorízala usando una serie numérica que para ti tenga especial significado (fecha de nacimiento, de titulación o de matrimonio, por ejemplo) y no la anotes en tu cartera, diario, cuadernillo de cheques ni demás objetos que puedan ser perdidos o robados. Guardar y destruir registros financieros Conserva tus estados de cuenta, tus registros mensuales de depósitos y retiros de la cuenta de cheques y copias de tus chequeras por un promedio de tres años para efectos de reclamos o declaraciones de impuestos al IRS. Luego destrúyelos. Una vez que decidas deshacerte de tus copias de cheques de meses o años anteriores, así como de estados de cuenta que el banco te envía, destrúyelos usando una máquina trituradora de papel o rompiendo uno por uno cada papel. Asegúrate que los números de cuenta y copias de tu firma no sean legibles. No se quede con dudas, pregunte El servicio básico que debe proveerte tu banco es el de información, sin éste no importa qué tan buenos planes bancarios tengas pues no sabrás usarlos. No importa qué tan tonta te parezca tu duda. Recuerda que la peor pregunta es la que no se hace.
