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  Por el libro
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27 de enero de 2006

De momento es pronto para saberlo con certeza, aunque hay un axioma que cualquier usuario que haya tenido en las manos un disco del 'top manta' sabe: los CD baratos no sobreviven más de unos meses sin dar problemas.

Hasta 200 años


En la página del fabricante de dispositivos tecnológicos Nec se asegura que, según los últimos estudios de la OSTA (Asociación para la Tecnología del Almacenamiento Óptico), los discos de almacenamiento óptico pueden llegar a durar hasta 200 años. Si bien esto no tiene por qué no ser cierto, hay que matizar que la durabilidad de un disco óptico (su vida útil hasta que se produce el primer fallo) depende de muchos factores. Los más importantes son la luz solar, la humedad y la temperatura.

Según los últimos estudios de la OSTA (Optical Storage Technology Association), los discos de almacenamiento óptico pueden llegar a durar hasta 200 años

La exposición a la luz solar durante un breve periodo de tiempo, e incluso durante unas cuantas horas seguidas, no afectan a la durabilidad de un disco, pero el efecto acumulativo de la exposición solar puede incidir sobre la estabilidad del tinte, empujándole reaccionar con los distintos componentes que se encuentren a su alrededor y cambiando su configuración. De este modo, el tinte podría variar su transparencia, o su opacidad, y cuando un rayo láser incidiera sobre él no se reflejaría correctamente. El resultado sería un fallo de traducción que inutilizaría el disco óptico.

La textura de un disco es más o menos cavernosa, por lo que, junto a la luz, la temperatura y la humedad también influyen sobre la cinética química (estabilidad) del tinte, de modo que a mayor humedad y temperatura, mayor es la inestabilidad del tinte ante la luz y, por lo tanto, su tendencia a cambiar de configuración.

La estabilidad del tinte es fundamental


A finales de 2004, la revista del Instituto Nacional Norteamericano de Estándares y Tecnología publicó un estudio, realizado conjuntamente con la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en el que se analizaban diferentes marcas de discos ópticos expuestos a distintos niveles de luz solar, humedad y temperatura.

El resultado de la investigación fue que tanto la estabilidad del tinte como el tipo de recubrimiento metálico son los principales factores en la durabilidad de un disco óptico. En este sentido, se distinguía entre los tres tipos de tinte y su recubrimiento. Los discos más estables eran los que utilizaban ftalocianina como tinte y la aleación de oro y plata como recubrimiento. Estos discos pueden, en condiciones óptimas de almacenamiento (con oscuridad, baja temperatura y ambiente seco), durar casi dos siglos sin tener un fallo de interpretación de los datos.

La estabilidad del tinte y el tipo de recubrimiento metálico son los principales factores en la durabilidad de un disco óptico

El siguiente tinte más estable era la cianina mezclada con estabilizantes y con recubrimiento de oro. También en condiciones óptimas podía durar casi un siglo en perfecto funcionamiento.

Los discos de cianina con recubrimiento de plata mostraron una buena respuesta a la exposición solar. Sin embargo, condiciones elevadas de temperatura y humedad podían degradarlos.

El tinte Azo tenía una elevada inestabilidad frente a la luz solar, la temperatura y la humedad. Un disco que contuviera este tinte junto a un recubrimiento de aluminio u otro metal que no fuera oro, plata o su aleación duraba unos pocos años en condiciones óptimas, no más de ocho.

Finalmente, la investigación demostró que existe una correlación entre el precio de los discos ópticos y la calidad de los materiales que lo componen, siendo los más baratos los que menos durabilidad tienen. Normalmente, los fabricantes no indican los componentes que han utilizado en la fabricación del disco.


Geotrichum, un hongo 'comediscos'



Existe, al parecer, un hongo del género Geotrichum que es capaz de penetrar el recubrimiento metálico de los discos ópticos y comerse (mediante oxidación) el policarbonato, destruyendo por completo la información que éste contiene. Sin embargo, este hongo sólo puede reproducirse en condiciones extremas de humedad (90%) y temperatura (30º centígrados), por lo que su acción se limitaría principalmente a los climas tropicales.