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  Estirando el chavito
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28 de marzo de 2006

Un nueva modalidad comercial está ganando auge entre compradores hispanos: adquirir los productos en California y sus familiares los reciben en México o Centroamérica.

Carolina Pérez no lo podía creer. La enorme caja con el equipo de sonido de 400 watios que tanto anheló, estaba en la puerta de su casa en Escuintla, un pequeño pueblo en la zona central de Guatemala. Su esposo, Juan José, desde los Angeles se lo había mandado de regalo.

Los ojos de sus dos pequeñas hijas brillaban deslumbrados. El empleado de la empresa de transportes contratada por La Curacao, la tienda de departamentos del Sur de California donde su esposo había comprado el producto, la ayudó a colocarlo en la sala de su casa. Pero el caso de Carolina no es único ni excepcional. Como ella, miles de familias se están beneficiado de un nuevo comercio internacional que ha ganado auge entre compradores hispanos: se compran los productos en California y se reciben en México o Centroamérica. Este es un nuevo filón comercial.

Ahora también se compran productos tan variados como una bicicleta, un computador o la última lavadora que ha salido al mercado. Incluso, se puede comprar su casa en el terruño natal y pagarla desde Estados Unidos en cotizados dólares. "Nosotros inventamos este servicio en los años 80", explica a EFE Mauricio Fux, Vicepresidente de Negocios Corporativos de La Curacao.

"Fue nuestra respuesta a las solicitudes de los clientes que no decían 'Cómo me gustaría que mi mamá recibiera este televisor...

allá en mi pueblo en México'. Ante esta demanda diseñamos el servicio de exportación que hoy conforma un importante departamento dentro de la compañía", continúa Fux. Como los latinos en Estados Unidos mantienen estrechos lazos con sus familias en sus países de origen, este tipo de servicio ha recibido gran acogida por parte de estas comunidades, canalizando una parte importante de todo el flujo de dinero que va al exterior. "Entregamos en todo México -hasta en los sitios más alejados, pueblitos, rancherías- y en Centroamérica, en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua", afirma Fux. En el campo de la vivienda, Construmex, una filial de Cemex, la gigantesca empresa de cementos de México, facilita la construcción de vivienda "a distancia". Con varias opciones de modelos -la de dos habitaciones y 1.400 pies cuadrados es una de las favoritas- Construmex ofrece los planos y garantiza la entrega de materiales de primera calidad. El cliente se encarga del proceso de construcción. Jesús Gómez demoró dos años, pero en diciembre pasado viajó a Guanajuato para estrenar su recién construida vivienda. La casa fue construida por un hermano y dos cuñados que trabajan en construcción. Un cliente calificado, obtiene el crédito necesario, incluso puede comprar una casa ya construida. Según explica Luis Enrique Martínez, Gerente General de Construmex en EEUU, un cliente debe tener como cuota inicial, el equivalente al 12 por ciento del valor total de la casa, que, en promedio cuestan 35.000 dólares. Para el saldo, se le otorga un plazo de hasta 10 años. Ya sea entregando computadores o juegos de sala en los pueblos más apartados de Centroamérica o México, o proporcionando los materiales de primera calidad para la construcción de viviendas, el comercio internacional ha desarrollado un nuevo estilo de transacción utilizado por los latinos en California y otros estados: "Compre aquí y reciba allá".EFE lu/cs