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  Por el libro
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4 de abril de 2006

PEKIN (AP) - ¿Puede ser barato el buen cuidado de la salud?

Esa es la pregunta que algunos de los expertos de salud más importantes del mundo están respondiendo con nuevas investigaciones que apuntan a ayudar a los países pobres a aprovechar al máximo sus recursos recurriendo a tratamientos baratos y simples, como tomar aspirina para disminuir las posibilidades de un ataque cardíaco y una apoplejía, la principal causa de muerte en los países en desarrollo.

"No es necesario disponer de muchos recursos para tener buena salud en el nivel nacional", expresó Dean Jamison, un profesor de salud y economía de la Universidad de California en San Francisco. "Si se tienen las políticas correctas, si se hacen las inversiones correctas, se pueden obtener importantes ganancias para la salud".

Al comienzo de una conferencia mundial de salud de cuatro días, los investigadores difundieron el lunes tres libros que se refieren a las mejores y peores opciones cuando se trata de salvar vidas, desde enfermedades como el cáncer y el sida, hasta lesiones por accidentes de tránsito.

Los descubrimientos sugirieron que gastar dinero en intervenciones que no requieren muchos recursos puede ayudar a prolongar la vida de la población.

Por ejemplo, gastar de dos a 20 dólares más para expandir los programas de vacunación de niños representa un año más de vida, mientras que pagar de ocho a 20 dólares extra para cambiar a una combinación de medicinas para la malaria de menor resistencia, equivale a sumar un año de vida saludable.

"No es necesario ser rico para mejorar la salud, ese es el mensaje fundamental de este libro", expresó George Alleyne, director emérito de la Organización Panamericana de la Salud y editor del Proyecto Prioridades del Control de Enfermedades.

Dijo que los países puedan ahorrar importante cantidad de dinero simplemente utilizando la información recolectada sobre lo que funciona y lo que no funciona: por ejemplo, evitar las cirugías costosas para personas con epilepsia y en su lugar ofrecerles píldoras que cuestan apenas centavos por cada unidad.

La construcción de montículos viales ayuda a salvar vidas al reducir la cantidad de accidentes de tránsito, mientras que el uso de la aspirina disminuye la necesidad de cirugías del corazón.