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  Por el libro
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6 de abril de 2006

Algunas personas suelen ventilar su vida privada cuando hablan por el móvil; según un estudio, esto es lo que más irrita a los usuarios de EE UU, que igual consideran a estos equipos casi imprescindibles para la vida cotidiana- Los estadounidenses admiten su pasión por el teléfono móvil, pero reconocen que se sienten "irritados" cuando escuchan a los demás hablar en voz alta de sus asuntos personales, aunque no creen que ellos molesten a otros durante sus llamadas privadas.



Como si de una declaración de amor se tratara, uno de cada cuatro usuarios confesó que "no podría vivir" sin su móvil, y casi la mitad respondió que lo echaría de menos, pero sería capaz de seguir adelante sin él.

Además, tres de cada cuatro aseguraron que lo han utilizado en una emergencia o que les ha servido de "valiosa ayuda".

Este análisis surge a partir de un estudio sobre el perfil de usuario de telefonía celular realizado en conjunto por AP, AOL y Pew entre 1.503 adultos estadounidenses, 1.286 de ellos poseedores de un móvil.

No sólo para hablar . La encuesta revela también que los celulares se han convertido en una nueva forma de entretenimiento para muchos.

La gran mayoría usa el celular como teléfono portátil. Un 41 por ciento de los dueños de móviles reconoció utilizarlo para pasar el rato cuando viajan o mientras esperan a alguien. Pero los aparatos tienden a incluir cámaras fotográficas, reproductores de MP3, videojuegos, Internet y correo electrónico.

Los jóvenes y las minorías, en comparación con los adultos, tienden más a enviar mensajes de texto, tomar fotos, entrar a Internet y escuchar música.

Apenas un tercio de los usuarios estadounidenses usan los mensajes de texto, una costumbre que ha adquirido gran popularidad en Europa y Asia. El 66% de los usuarios de 18 a 29 años envían mensajes de texto, uno de los muchos aspectos en los que los adultos jóvenes tienen una actitud más versátil que los mayores.

El 55% de los adultos jóvenes toman fotos, el 47% juegan y el 28% usan Internet.

Entre las cualidades que más usuarios desearían en sus teléfonos, arrasa una auténtica sorpresa: la mayoría quiere mapas en sus móviles.

Un 47 por ciento eligieron esa característica como la más deseada, frente a otras como recibir mensajes instantáneos (38 por ciento) o acceder a su correo electrónico a través de ellos (24 por ciento).

En privado . La creciente "móvil-dependencia" tiene un reverso mucho menos amable y los usuarios son conscientes de ello.

La pérdida de privacidad y las molestias causadas por los demás figuran entre las características más detestadas por los consumidores.

Así, más de la mitad confiesan sentirse "irritados" frecuentemente por la gente que habla demasiado alto o de forma molesta por el móvil en lugares públicos.

Paradójicamente, tan sólo un 8 por ciento reconoce haber recibido algún comentario o mirada reprobadora mientras hablaba por el móvil delante de otros.

Además, un 22 por ciento considera que "demasiada gente" trata de ponerse en contacto con ellos porque saben que pueden estar localizables allá donde se encuentren.

Algo más de autocrítica se atisba cuando más de un cuarto de los usuarios reconocen que no conducen de forma tan segura como deberían por culpa del móvil.

Lo que parece no cambiar es el disgusto mensual al recibir la factura. Hasta un 36 por ciento de los usuarios reconoció haberse sentido sobresaltado alguna vez cuando conoció la temida cifra.