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  Que no te cojan de...
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11 de abril de 2006

Martes, 11 de abril de 2006



SAN JUAN, (EFE) - La secretaria del Departamento de Salud (DS), Rosa Pérez Perdomo, urgió hoy a los puertorriqueños a ser cuidadosos en el consumo y el manejo de los pescados y crustáceos que comúnmente se ingieren durante la Semana Santa.

Según una comunicación escrita de la funcionaria, ese tipo de alimentos puede portar bacterias como la cigüatera y la histamina y el químico metil-mercurio.

"Durante la Semana Mayor, por tradición, se dejan a un lado las carnes y se consumen mariscos. Como todo alimento, deben manejarse de forma efectiva para evitar la contaminación con bacterias, que pueden resultar en la propagación de enfermedades", explicó Pérez Perdomo en una comunicación escrita.

La Titular de Salud explicó que la cigüatera es una bacteria común que puede hallarse en peces como la picúa, el pedregal y el jurel negro.

"Esta bacteria puede causar irregularidades cardíacas, disturbios gastrointestinales, disturbios neurológicos, picazón severa, cosquilleo y adormecimiento en las extremidades y alrededor de la boca", puntualizó la funcionaria.

La histamina es una bacteria que produce síntomas parecidos a los de una reacción alérgica y podría encontrarse en el atún, el dorado, la sierra, el peto, el pez azul, los jureles y las sardinas.

Para evitar esa bacteria se debe mantener el pescado refrigerado a una temperatura menor de 41 grados farenheit.

El metil mercurio es un químico del que se pueden contaminar los tiburones, el pez espada, la sierra y el blaquillo, por lo que se recomienda que los niños y las mujeres embarazadas y lactantes no los consuman.

Agregó que un pescado en buenas condiciones debe tener un "olor suave y agradable, ojos brillantes y protuberantes, agallas rojizas sin babosidad, la piel brillante, la carne firme y elástica con escamas firmes adheridas a esta".

Indicó que los filetes y las rebanadas de pescados frescos empaquetados deben tener un olor suave, la carne firme, húmeda y brillante con bordes libres de machas resecas y manchas de color marrón.

En cuanto a los crustáceos, sostuvo que deben tener un olor suave, el caparazón sin manchas negras, la cabeza bien pegada al cuerpo y la carne firme.

Sostuvo que los pescados y crustáceos congelados no deben tener mucho olor ni manchas blancas o amarillas.

"Si la carne está empanada, las piezas deben separarse con facilidad, ser de tamaño uniforme y estar totalmente cubiertas por el empanado", concluyó.