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  Por el libro
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11 de mayo de 2006

Nueva York ? Armados con sus celulares en mano, hoy estudiantes y padres llegarán hasta la alcaldía para exigir cambios en la política escolar que prohibe el uso de teléfonos en los planteles de la ciudad.
Los estudiantes de las escuelas públicas no se dan por vencidos ante la regulación vigente desde 1987 que no permite la operación de aparatos electrónicos en las aulas.

Ahora los padres y grupos que abogan por ellos, se unieron a la queja y hoy demostrarán su oposición a la confiscación de los teléfonos móviles en las escuelas exigiendo un cambio en las regulaciones por motivo de seguridad.

?El problema es que la regulación de los teléfonos celulares tiene que ser enmendada?, dijo Michael Propper, presidente del concejo de educación del distrito 2, quienes organizaron la convocatoria de hoy que es primera en su clase.

Propper explicó que el grupo busca cambiar la regulación, pero que entiende que los teléfonos celulares no deben de ser utilizados en las aulas y que los estudiantes que así lo hagan deben de ser penalizados.

Pero, por razones de seguridad después del 9/11 y en una ciudad como Nueva York donde los estudiantes viajan largas distancias de la escuela a la casa, los teléfonos celulares son necesarios y según Propper, esa ha sido la mayor queja de los padres en los últimos meses.

El director del concejo de educación del distrito 2 dijo que la instalación de escáners en las entradas de las escuelas limitará a los estudiantes que traen los teléfonos a clase, pero no los sacan de sus bolsos ni los usan.

La regulación ha sido pasada por alto y ahora con los escáners los estudiantes no podrán esconderlos en sus bolsos, apuntó Propper.

?Tenemos nuestros teléfonos por seguridad y por eso es que nuestros padres nos los compraron?, dijo el estudiante de décimo grado, Safo Gyamfi.

Gyamfi, que estudia en una secundaria del Bajo Manhattan, fue asaltado en el metro hace unos meses cuando iba de regreso a casa de la escuela.

?Cuando salí del tren no podía llamar a mi casa porque no tenía el teléfono conmigo ya que la escuela lo prohibía?, dijo el estudiante de 15 años.

Sus compañeros comparten su opinión que el uso de los teléfonos celulares en las aulas no es adecuado y quien lo haga debe de ser penalizado, pero para los que los mantienen en sus mochilas y no los usan en clase ellos dicen que ?no es justo? que los tengan que dejar en casa.

?Nos dicen que si tenemos una emergencia o por seguridad debemos de usar los teléfonos públicos, pero muchas veces no funcionan o no los hay?, comentó la estudiante Shirley Cruz de 17 años.

A la vez, Penélope Hernández de 16 años, indicó que con la instalación de escáners no podrá llevar su teléfono consigo.

?Después del 9/11 no es seguro andar sin un celular. Si los tenemos con nosotros (celulares) están apagados hasta que salimos de clase?, dijo Hernández.

El alcalde Michael Bloomberg reiteró el lunes que los celulares están prohibidos en las escuelas donde los estudiantes van a recibir una educación. Y la norma impide que las clases sean interrumpidas con llamadas telefónicas y demás.

Además el ejecutivo aclaró que el trabajo de los maestros es educar no disciplinar a los estudiantes.

Por su parte el Departamento de Educación indicó simpatizar con la preocupación de los padres, ?pero nuestra experiencia es que si los teléfonos celulares son permitidos en las escuelas, estos serán utilizados. Y cuando lo son,..inevitablemente interrumpen el ambiente de aprendizaje de la escuela?, dijo Alicia Maxey, portavoz del departamento.

El martes la defensora del pueblo, Betsy Gotbaum le envió una carta al canciller de educación, Joel Klein, pidiendo que reconsiderara el uso de los celulares por razones de seguridad.

La convocatoria de los estudiantes en se llevará a cabo a las 4:30 p.m.