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  Por el libro
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11 de mayo de 2006

Se estima que 14 millones de estadounidenses, un poco más del 6 por ciento de la población, con más de 12 años de edad sufren deficiencia visual.

Pero la mayoría de estas personas, alrededor de 11 millones, podría tener una visión casi normal si usara lentes correctoras, como anteojos o lentes de contacto. Alrededor de 3 millones tienen problemas de visión que no se pueden corregir con lentes de contacto o anteojos, debido a que tienen problemas médicos, como cataratas, retinopatía diabética, degeneración macular o glaucoma.

Éstos son los últimos estimados de un estudio realizado por el National Eye Institute (NEI). Los resultados aparecen en la edición del 10 de mayo del Journal of the American Medical Association.

"El cuidado periódico del ojo es importante. Para la mayoría de personas con deficiencia visual, los anteojos o lentes de contacto pueden aliviar el problema. Pero para una fracción más pequeña de personas, existen problemas oculares médicos que deben ser identificados para poder ser tratados", señaló el Dr. Paul Sieving, director del NEI, que forma parte de los National Institutes of Health.

Los problemas visuales pueden afectar seriamente la calidad de vida, de acuerdo con el estudio. Las personas con problemas de visión son más propensas a caerse, tiene un mayor riesgo de fracturas y otras lesiones, y también puede que tengan más posibilidades de limitar el tiempo que puedan conducir, o a dejar de conducir por completo.

De acuerdo con el estudio, la última vez que el gobierno federal evaluó la prevalencia de la deficiencia visual entre los estadounidenses fue a mediados de los años 70. Desde entonces, la población estadounidense ha envejecido y se ha vuelto más diversa. Las tasas de miopía también se han incrementado en todo el mundo. Por tales razones, se incluyeron de nuevo las mediciones de la agudeza visual en la gran Encuesta Nacional para la Evaluación de la Salud y la Nutrición, a partir de 1999.

El nuevo estudio midió la agudeza visual de 13,265 personas que acudieron a un centro de evaluación móvil entre 1999 y 2002.

Aquéllos que tenían una agudeza en la distancia de 20/50 o peor eran definidos como deficientes visuales. Esto significa que una persona es miope y no puede ver claramente objetos a una distancia. Cuando la visión alcanza 20/50, muchos estados ya no permiten a la persona continuar al frente del volante sin lentes correctoras, de acuerdo con Sieving.

Este estudio no incluyó la evaluación de personas que tienen dificultad para ver objetos de cerca y necesitan anteojos para leer a medida que envejecen.

Aproximadamente 1,200 personas en el estudio tenían deficiencia visual. Más del 83 por ciento de esas personas podría alcanzar una visión casi normal simplemente usando anteojos o lentes de contacto, hallaron los investigadores.

Para el otro 17 por ciento, según Sieving, problemas más graves tales como glaucoma o cataratas causaron su dificultad visual.

Al extrapolar esos datos a la población estadounidense total, los investigadores reportaron que cerca de 14 millones de personas tienen deficiencia visual sin corregir y alrededor de 11 millones podrían ver significativamente mejor con lentes correctoras.

"Me sorprendió el número de personas que no logró correcciones superiores a 20/50", dijo Sieving.

Los hispanos, asiáticos y otras minorías eran más propensos que los blancos o negros a tener deficiencia visual sin corregir. Las tasas de deficiencia visual fueron más altas para las personas pobres, que no tenían seguro privado de salud, que padecían diabetes, y que contaban con menos años de educación, halló el estudio.

El Dr. Robert Cykiert, un oftalmólogo del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, afirmó que "lo triste es que una gran parte de la población tiene problemas visuales sencillamente porque no usa anteojos".

En algunos casos, apuntó, las personas no se dan cuenta que tienen un problema con su visión, pero en otras el acceso directo a la atención médica es un problema, como lo es el pagar por anteojos o lentes de contacto.

Tanto Sieving como Cykiert recomiendan el cuidado rutinario de la vista. Sieving dijo que las personas mayores de 60 deberían hacerse un examen anual de la vista y que las personas jóvenes, incluidos los niños, deberían hacerlo cada unos cuantos años. Junto con la corrección de los problemas, el examen regular de la vista también puede detectar enfermedades que pueden afectar potencialmente la visión, como el glaucoma, que puede ser tratado o manejado cuando se detecta muy a tiempo, dijo Cykiert.