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  Por el libro
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26 de mayo de 2006

Agentes de la Dirección General de la Policía han desmantelado en la Costa del Sol la cúpula del principal grupo organizado dedicado a fraudes multimillonarios y masivos en la reventa de multipropiedad, 'timesharing' o tiempo compartido. Las víctimas de dicho fraude son más de 15.000 personas y la red ha obtenido beneficios por valor de unos 18 millones de euros.
El grupo establecido desde el año 2000 en la Costa del Sol había utilizado a unas 300 empresas y a más de 1.000 personas durante estos años. En la operación denominada 'Trafalgar' han sido detenidos los ocho cabecillas que operaban desde la Costa del Sol.

Agentes adscritos a la Sección de Fraudes y Delitos Tecnológicos y al Grupo de Estupefacientes de la U.D.E.V. de la Comisaría Provincial de Málaga han detenido a ocho personas naturales del Reino Unido, Sudáfrica, Bélgica y Noruega, que formaban parte de la cúpula del principal grupo organizado en el fraude de la reventa de 'timesharing', multipropiedad o tiempo compartido, establecido desde el año 2000 en la Costa del Sol.

Este grupo ha utilizado trescientas empresas y más de 1.000 personas durante estos años, siendo las víctimas de dicho fraude unas 15.000 personas. Las investigaciones policiales cifran los beneficios en 18 millones de euros.

En 2000, un grupo de personas proveniente de las Islas Canarias se estableció en la Costa del Sol, Fuengirola y Mijas. Allí comenzó a desarrollar una serie de estructuras empresariales con ánimo defraudatorio en el ámbito de la multipropiedad y dirigido al mercado anglosajón y al centroeuropeo.

Estas estructuras empresariales consistían en empresas legales registradas en España a nombre de los principales implicados en esta estafa. Desde estas empresas, utilizando teleoperadoras, se ponían en contacto, por un lado, con los propietarios de tiempo compartido, ofertándoles la posibilidad de vender su semana y, por el otro, con posibles compradores.

Por tanto, las estafas revestían numerosas variedades. Así por ejemplo, tras llegar a un acuerdo inicial con los propietarios les engañaban para que realizaran transferencias económicas a España, para lo que les daban continuas justificaciones de pagos por gastos notariales, de gestión, por impuestos, etcétera. Hasta que no pasaba mucho tiempo y los propietarios no veían que sus expectativas de venta no se cumplían, no se daban cuenta de la estafa.

Asimismo, vendían el mismo producto vacacional a diferentes personas cuando no disponían de él. También revendían la semana compartida a más de una persona, consiguiendo un beneficio multiplicado, por una parte del vendedor y por otra de los variados compradores, o se brindaban como una empresa que con documentación falsificada, tanto de notarios como de abogados españoles, se ofertaba para emprender acciones legales en contra de las empresas timadoras, volviendo a estafar a las víctimas.

En el año 2001 y como consecuencia de las actuaciones policiales llevadas a cabo sobre estas empresas fraudulentas, se inició un cambio en las cúpulas directivas. Para ello, utilizaron a terceras personas con el fin de que los implicados dejaran de ser las partes visibles de las empresas.

En los años sucesivos se conformó un organigrama en el que cada vez se utilizaba a más personas interpuestas, pero siempre controladas en la distancia por el principal artífice de todo el entramado, Willenm Marthinus P., que junto a los otros siete detenidos controlaba en última instancia todo el sistema de empresas y cuentas bancarias.

Willenm Marthinus P., siempre rodeado de sus colaboradores más cercanos, mantenía el control sobre el flujo económico generado por la estafa, utilizando a algunos de ellos para ejercer coacciones y amenazas en su forma más violenta, en caso de ser necesario.

Así y de manera cada vez más clandestina, crearon multitud de empresas ficticias, otras reales o que se hacían pasar por legales de reconocido prestigio en el ámbito del tiempo compartido.

Con el servicio prestado por teleoperadoras en locales alquilados y con poca proyección exterior visible cometían la estafa durante pocos meses, para después desaparecer del lugar y aparecer en otros locales, repitiendo el mismo esquema defraudatorio una y otra vez.

Tanto las empresas creadas, como sus gerentes y los titulares de las cuentas bancarias donde iba destinado el dinero, estaban vigilados a distancia por los cabecillas de la red y con una escasa interrelación entre los distintos eslabones de la cadena, pero con todos los movimientos controlados por Willenm.

Este entramado ha dificultado enormemente la labor investigadora de los policías actuantes que chocaba una y otra vez contra el muro de silencio y opacidad de los numerosos detenidos a lo largo de estos años, lo que impedía llegar hasta el escalón superior de la estructura delictiva.

A esto había que sumar que cuando las denuncias llegaban a España venían con meses o incluso años de retraso, no siempre con la información documental completa, con el inconveniente de no poder contactar directamente con la víctima, y con los problemas legales generados por el desconocimiento del problema y por ser víctimas extranjeras de un delito transnacional.

A pesar de todo ello, los policías han podido esclarecer que los ocho integrantes de la cúpula habían llegado a utilizar hasta 300 empresas y más de 1.000 personas durante estos años, alcanzando la estafa a unas 15.000 víctimas y obteniendo unos beneficios estimados en 18.000.000 euros. Estas cifras podrían representar más del 90% de la estafa en la reventa de multipropiedad anglosajona establecida en la Costa del Sol en los últimos años.

Los ingresos generados por este fraude masivo no se quedaban en España ya que los principales implicados vivían de una forma relativamente sencilla y sin ningún tipo de ostentaciones y escasas propiedades, lo que lleva a la conclusión que los mismos sólo son un escalón más en la estructura desmantelada. DETENIDOS

En esta operación se han realizado detenciones en las localidades malagueñas de Fuengirola, Mijas y Coín. Los detenidos son: Willem Marthinus P., sudafricano de 58 años, artífice fundamental del fraude; Malcom David K., británico de 32, encargado de confeccionar la documentación y de conseguir las listas de los miles de propietarios de tiempo compartido; Johannes V., belga de 51, actual encargado de la distribución de la documentación necesaria para articular este fraude; Gunn Iren K., noruega de 48, esposa de Willenm; Willy S., británico de 44; Steven Stewart R., británico de 53; Leon O., sudafricano de 49 años, y Rupert Quentin M., británico de 37 años.

En los registros efectuados se ha encontrado abundante documentación en forma de contratos, listas de miles de propietarios, referencias bancarias, etcétera. También se ha incautado un arma de fuego prohibida del calibre 22, realizada en acero y con forma de llavero junto a cuatro cartuchos.

Las listas de miles de propietarios, denominadas 'leads', han sido localizadas tanto en soporte documental como en digital, así como un ordenado cuyo amplio contenido está siendo analizado actualmente por los investigadores y especialistas. Todos los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.