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  Por el libro
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15 de junio de 2006

Florida respira aliviada luego de que la tormenta tropical Alberto pasó sin haberse transformado en huracán pero sÍ hay vientos huracanados en Washington a raíz de las estafas que se cometieron con la ayuda que FEMA prestó a los damnificados por los huracanes del año pasado.
Se trata de una estafa de por lo menos mil 400 millones de dólares, una estafa particularmente cruel ya que ese dinero podría haberse usado para atender a tantas personas necesitadas, en especial ancianos y enfermos, en lugar de irse de vacaciones a Hawai.
Puede decirse que hubo una movilización muy buena en el estado para enfrentar la posibilidad de que Alberto trajera destrucción consigo. Como no hay informes de muertes o daños importantes el gobernador Jeb Bush dijo que ?es una buena lección en materia de preparación?.
Y en materia de preparación ha surgido una iniciativa muy importante, especialmente para proteger a las personas de edad y aquellos con problemas físicos. Se trata de tarjetas que se colocarán en los picaportes de las puertas, tratadas con un material fluorescente. Una tarjeta, de color verde, dice ?OK? y la otra, de anaranjado subido, dice ?help?.
Estas tarjetas se repartirán principalmente en las comunidades donde hay gente retirada y permitirá que los servicios de auxilio identifiquen rápidamente los apartamentos o casas donde puede haber alguien enfrentando problemas. La tarjeta fluorescente se destacará con la luz de las linternas, en el caso probable de que esté interrumpido el servicio de electricidad.
Se recuerda que luego del huracán Wilma resultó difícil localizar rápidamente a la gente que necesitaba ayuda urgente.
Por eso los funcionarios de los sistemas de emergencia, las agencias que atienden a los ancianos y las asociaciones de condominios estaban buscando un sistema fácil de aplicar y las tarjetas ofrecen una solución de bajo costo.
Trabajadores sociales y entidades del gobierno de distintas comunidades del sur de la Florida están repartiendo unas 100 mil de esas tarjetas; organizaciones sin fines de lucro y corporaciones se están sumando al esfuerzo para imprimir más tarjetas.
Mientras todos estos esfuerzos merecen elogios, investigadores de la Contraloría General del Congreso (GAO, siglas en inglés) descubrieron el uso fraudulento de las tarjetas de débito que entregó FEMA a los afectados por los huracanes Katrina y Rita.
Por su parte FEMA informo que ha identificado más de mil 500 casos de fraude potencial en la asistencia brindada luego de esos huracanes, Además, agregó, se ha descubierto que se entregaron indebidamente $16.8 millones en fondos de asistencia.
Pero GAO manifestó que está un 95 por ciento segura de que los pagos indebidos y fraudulentos son mucho mayores, entre $600 y $mil 400 millones (1.4 billones)
En uno de los casos una persona recibió más de $2 mil en asistencia para pagar renta y, además $8 mil para pasar 70 noches en un hotel de Hawai.
Además, según GAO, FEMA, pagó millones en asistencia urgente para vivienda a más de mil personas que usaron nombres y números de Seguro Social de personas alojadas en cárceles estatales y federales en Florida, Alabama, Georgia, Luisiana, Misisipi y Texas.
También, como cortesía de FEMA, una persona pagó con fondos federales una semana de vacaciones en Punta Cana, República Dominicana y otra tarjeta fue usada para adquirir productos eróticos y videos pornográficos en Houston, Texas y Santa Mónica, California.
Y como prueba final del descontrol el informe de GAO indica que un individuo usó 13 números diferentes del Seguro Social, incluso el propio, para recibir pagos por $139 mil que fueron enviados a la misma dirección.
La pregunta, ¿es tan difícil verificar el nombre con el número de Seguro Social usando una computadora de la red del gobierno?