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  Por el libro
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24 de mayo de 2006

Hay quienes dicen que no es momento para comprar una propiedad inmobiliaria, y yo les respeto su opinión; pero para sostener un criterio se deben primero analizar realidades y sopesar consecuencias.

Cierto es que el precio de las propiedades se ha elevado considerablemente y que el tener casa propia se ha ido de la mano de algunos; sobre todo de aquellos menos aventajados en la escala social; pero tampoco puede decirse que es imposible del todo comprar una propiedad adonde irse a residir con la familia.

Para aquellos que persiguen tener un techo propio y ver crecer los hijos en el orden familiar y bajo el orgullo que trae consigo vivir en casa propia, se han creado planes financieros que hacen posible lo imposible. Un ejemplo es la hipoteca a cuarenta años (40) de amortización y repago, la cual amortigua el efecto de la subida actual de los precios y hace posible el pago mensual de la hipoteca, para una familia trabajadora.

Otros planes admiten créditos alternativos y los hay que hasta justifican que no exista un dinero de entrada o pronto y financian el total del valor de la compra de la propiedad.

Algo que sí debe tenerse en consideración, al momento de hacer un compromiso hipotecario, es la posibilidad real de realizar los pagos mensuales. Radica ahí la importancia de no comprometerse más allá de lo que pueda hacerse.

En ocasiones la ilusión de una hipoteca con mensualidades bajas, cuyo interés hipotecario es variable, produce cierto encanto y atrae a los incautos y los envuelve en pagos que a la postre acarrean problemas. Analice bien lo que está haciendo. Los intereses suben y los pagos subirán de acuerdo a como ellos se eleven. Sea juicioso, comprométase solamente con aquello que considere que podrá pagar.

Tomando en consideración que en el presente la tasa de interés hipotecario aún es relativamente baja y que las propiedades unifamiliares no han dejado de valorizar, pues tiene lógica presentarles este pequeño ejercicio: Consideremos diferentes panoramas de precios e interés para la compra de una propiedad, con la particularidad de que la hipoteca tendrá interés fijo y con amortización a 40 años. Veamos:

? Precio: $250.000.00 Interés: 7.0% a 40 años: $1,554.00 pago mensual.

? Precio: $230.000.00 Interés: 8.0% a 40 años: $1,599.00 pago mensual.

? Precio: $220.000.00 Interés: 8.5% a 40 años: $1,613.00 pago mensual.

? Precio: $200.000.00 Interés: 9.0% a 40 años: $1,543.00 pago mensual.

Resumiendo podemos decir que la propiedad debe perder su valor en $50,000.00, para que con un interés hipotecario al 9% anual, pague usted una mensualidad $11.00 menor (sólo principal e interés) de la que pagaría hoy día, a los precios e intereses imperantes en el mercado.

¿Que cuarenta años son muchos? Peor es seguir pagando alquiler sin saber cuando le subirán la renta o cuando le pedirán que se mude. ¿No le parece?

¡Ah!, y recuerde que en la década de 1980 el interés hipotecario alcanzó el 18% anual.