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28 de octubre de 2006

Por: El Vocero

El pago por los
servicios de cuidado prolongado en la edad avanzada es una de las mayores
preocupaciones de los puertorriqueños, que expresan gran ansiedad por considerar
que les será difícil enfrentar los costos cuando llegue su momento.

La
Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP, en inglés) difundió ayer un
estudio que reveló que dos terceras partes de los 1,090 entrevistados indicaron
no saber cómo podrán pagar servicios de cuidado prolongado si los
necesitaran.

El estudio, encomendado a la firma Consultec, fue dado a
conocer en el Primer Simposio de Gerontología, del Recinto de Ciencias
Médicas.

AARP define "cuidado prolongado" como la ayuda que, por
condición de edad o salud, necesita una persona para poder llevar a cabo las
actividades que conlleva la vida diaria.

El estudio también reveló que 4
de diez personas de 50 años o más expresó tener algún impedimento, por lo que la
mayoría piensa que es probable que necesite en el futuro otros cuidados
prolongados, los que prefieren recibir en su hogar o en su comunidad y no en un
asilo.

"Le preocupa a uno que a los 50 años todavía hay que no saben qué
es eso y eso hay que planificarlo. Cuando usted tiene un impedimento súbito, ese
no es el momento para empezar a buscar el plan para ayudarse. Es importante
planificar para tener los recursos que pudieras necesitar para moverte, para
asearte, para servicios de salud y demás. Los puertorriqueños no saben cómo van
a costear eso en el futuro. Eso es bien feo", dijo el doctor Nicolás Linares,
del Comité Ejecutivo de AARP.

La organización, con más de 75,000 miembros
en Puerto Rico, quiere que se unan todos los grupos comunitarios,
gubernamentales y sociales, para hacer un plan estratégico que permita recibir
los servicios que se necesitan.

"Hay que empezar a anticipar esto que
viene ya mismo y que va a ser un gran tsunami. Es una cantidad de personas que
van a tener 50 años con necesidades muy particulares", dijo
Linares.

Estimó el costo mensual de ese cuidado prolongado en entre
$2,000 y $3,000 mensuales, y advirtió que "es costoso ahora y será más costoso
en el futuro".

Luis de la Cruz, director estatal asociado de AARP, dijo
que la idea es "que el asilo sea la última alternativa".

"Cuando estamos
hablando de la población de 50 años o más, de lo que hablamos es de un cambio
social profundo. Estamos hablando del nuevo envejeciente, o del nuevo
envejecido, porque nuestra sociedad ha estado siempre orientada a los jóvenes…
En el caso de PR el futuro inmediato va a ser la más importante y la más
significativa, no sólo por el número, que va a ser mayoría, pero por las
características, que serán diferentes a lo que era antes un viejo", expresó el
presidente de AARP, Juan R. Fernández.

Describió al "nuevo envejeciente"
como una persona que muchas veces no se quiere retirar, que tienen salud,
conocimientos y experiencia que puede continuar aportando.

"Yo decidí que
yo no me voy a retirar porque el plan de salud de donde trabajo me cubre mucho",
sostuvo Linares, por su parte.

El doctor apuntó a que aproximadamente el
80% de la población de 65 años o más vive sólo del seguro social, lo que no le
será suficiente para vivir.

"Los planes de retiro se diseñaron para que
la gente se retirara y se muriera entre 3 y 4 años. Ahora viven mucho más que
eso", dijo Fernández, por su parte.