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  Por el libro
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9 de noviembre de 2006

Si piensa ir con su pareja a ver a los veteranos roqueros de Aerosmith, o a la colombiana Shakira o mejor aún, al puertorriqueño Luis Fonsi, pero aún no tiene los boletos, apresúrese y cómprelos ya, pues a partir del 15 de noviembre le costarán más caros.

 No es que vayan a subir de precio debido a la demanda que hay por ver a estos artistas, sino porque con el impuesto a la venta y uso (IVU), el importe total a pagar será más alto.

 Para ilustrarlo, supongamos que usted decide ir a ver junto a un acompañante a la agrupación Aerosmith y quiere escoger unos buenos asientos, que cuestan $125 cada uno.
Cinéfilos

El precio de cada boleto en el cine permanecerá en $6, a pesar de que el impuesto sobre espectáculos se sustituirá del 10% por el 7% del IVU.

Si los compra electrónicamente en o antes del 14 de noviembre tendría que pagar $264.50, ya que los dos boletos salen en $250, más $10 de cargos por servicios (2 taquillas x $5), más $2 de un cargo de venta por internet, más $2.50 por concepto del 1% del impuesto municipal.

 Pero si decidiera comprar los boletos una vez arranque el IVU, entonces además de correrse el riesgo de que no haya espacios disponibles para disfrutar el espectáculo de su artista favorito, terminaría pagando $18.34 adicionales (7% de $262). En ese caso, el balance total a pagar sería $280.34.

 Juan Alvarado, contador público autorizado y socio de la firma Zaragoza & Alvarado, indicó que a partir del 15 de noviembre se eliminará el pago del impuesto sobre espectáculo público, que actualmente es el 10% del costo del boleto. Sin embargo, se añadirá un impuesto de 7%, no sólo por el costo del boleto, sino también por concepto de los servicios que ofrezcan las compañías de boletería a los consumidores.

Por eso, en el ejemplo anterior, el total a pagar será más alto porque habrá que sumarle unos $18.34 adicionales. Estos salen de calcular el 7% de los $250 y de los $12 de cargos por servicio.

 Así que imagínese, si usted es de los que acude a varios espectáculos al año y los precios de esos eventos no son de $10 ó $15, sino que pueden llegar y/o sobrepasar los $100 cada uno, entonces prepare su bolsillo para el cantazo.

“Si vas directo a comprarlos a la boletería, te ahorrarás algo”, dijo Alvarado, en un intento por ofrecer alguna alternativa que no lastime tanto el bolsillo.

 El cine es otra de las alternativas de entretenimiento que tenemos los consumidores. Y a partir del 15 de noviembre, estos negocios tampoco cobrarán el impuesto del 10% de espectáculo público. Pero no se alegre por eso, pues la eliminación de ese impuesto tal parece que no tendrá ningún impacto en el costo de las taquillas.

 Supongamos que usted va al cine hoy y paga $6 por una taquilla. Si se fija en el boleto, notará que aparece desglosado el costo del boleto más el 10% del impuesto sobre espectáculos. En este caso, el costo del boleto es $5.45 más 55 centavos (10% de $5.45), lo que totaliza $6.

Pero a partir del 15 de noviembre, el impuesto sobre espectáculos se sustituirá por el 7% del IVU. Cualquiera pudiera pensar que como se bajará de 10% a 7%, esa diferencia de 3% se reflejará en el precio de los boletos. Pero no será así.

Con el IVU, el cine le pagará al gobierno 39 centavos de impuesto por cada taquilla -si el precio de cada boleto es $6-, y el restante $5.61 será el costo del boleto, lo que totaliza $6. De esa manera, el cine se evita el tener que devolver “chaverías” a cada cliente y a la vez mantiene el mismo precio que hasta ahora.
Por: El Nuevo Dia

El Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) había sugerido a los cines que bajaran el precio de la taquilla, en proporción a la baja en el impuesto.

Si eso fuera así, entonces, el precio a pagar sería $5.83 por taquilla, que es $5.45 de costo del boleto más 38 centavos (7% X $5.45).

 Pero los cines no acogieron la sugerencia del DACO, ya que ellos han recibido aumentos sustanciales en sus costos de operación.

 Si se fija amigo lector, el Gobierno recibiría más o menos la misma cantidad de impuesto, mientras el consumidor se ahorraría sólo 17 centavos. Y para el cine sería un dolor de cabeza devolver 17 centavos a cada cinéfilo.