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  Por el libro
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11 de diciembre de 2006

Por: El Nuevo Dia

Bayamón - En la carretera 167 establecieron un negocio que atrae gente como abejas a un panal.

Las dos carpas blancas, que albergan el concurrido recinto, no están identificadas. Pero, los rótulos sobre las mesas revelan el contenido de los sobres y las cajitas de colores: CD a $3 y DVD a $5.

Allí, en una avenida principal, donde a diario pasan patrullas de la Uniformada como observó El Nuevo Día Domingo durante un recorrido por el lugar, está este negocio que vende mercancía pirateada.

Ambos puestos están bien organizados. En la tiendita de música, dos carpetas blancas recogen la amplia colección de discos compactos a la venta. La lista, divida en secciones, contiene los nombres de Wisin y Yandel, Víctor Manuelle, La Sista, Julieta Venegas y Shakira, entre otros intérpretes.

“La Sista es Tego en mujer”, explicó el joven que atiende el negocio a una muchacha que ojeaba el catálogo.

“Ese CD se vendió rapidito. No me quedan copias”, agregó.

También se habían agotado las copias de la última producción de la cantante mexicana Julieta Venegas.

Este auge por la música pirateada ha provocado pérdidas millonarias a la industria discográfica.

Frente a la mesa, otros dos muchachos repasaban los nombres en el listado, mientras en la carpa contigua un hombre compraba la última copia de la película “Deja Vu”. Este filme, protagonizado por el actor estadounidense Denzel Washington, todavía se está presentando en las salas de cine del País.

“Voy a tener más copias de esa película en una hora y media”, apuntó el joven detrás de la mesa a una muchacha que llegó al lugar buscando ese filme.

Atienden este puesto tres jóvenes que ofrecen recomendaciones sobre las películas a los cinéfilos que llegan al lugar en busca de una dosis del séptimo arte.

Esta área no cuenta con catálogo. Todas las copias de las películas están sobre la mesa. A la izquierda está la sección infantil y, a la derecha, las cintas de acción, comedias y estrenos. Tienen películas de alto contenido sexual, pero en una caja debajo de la mesa.

“La Policía se para aquí mucho, pero a comprar películas”, apuntó uno de los dependientes del puesto.

En ambas carpas, los letreros hacen referencia al impuesto a la venta y uso (IVU), pero en ninguno se cobra, según los jóvenes que corren el negocio.

 Hace meses, estos puestos de copias de películas y música se encontraban en los pulgueros, pero ahora están en las principales vías del País.

El dueño de un negocio de prendas en el pulguero que conversó con este diario indicó que “fueron sacados de aquí porque los federales nos tenían locos”.

Otra comerciante de un puesto de comida también señaló que el Departamento de Hacienda “nos tiene el ojo puesto”. La agencia ya visitó el lugar hace una semana para constatar que los comerciantes están cobrando el IVU e informaron que volverán a visitar el lugar próximamente.