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19 de diciembre de 2006

Por: La Opinion

De acuerdo con estadísticas del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), alrededor de dos millones de pacientes contraen enfermedades o infecciones dentro de los hospitales que suelen causar unas 90 mil muertes al año en toda la nación.

Sólo en la última década, la bacteria pseudomonas aerugionosa ha cobrado la vida de 21 recién nacidos en centros médicos a lo largo de todo el país, sin contar con la muerte de los dos bebés vinculados al brote de dicho germen en las instalaciones del Centro Médico White Memorial del Este de Los Ángeles.

Sin embargo, para un hospital que cuenta con 93 años de servicio y atiende a más de 120 mil personas cada año pareciera ilógico que pudiera sufrir cualquier percance humano o médico, si además se tiene en cuenta que ha sido reconocido cuatro veces con el premio Eureka otorgado a la excelencia en el trabajo y considerado en 2005 como uno de los 50 hospitales más excepcionales de la nación.

Pero el brote de la bacteria que ha infectado a varios niños, ocasionado la muerte al menos a dos de ellos y provocado incluso el cierre de dos unidades temporalmente, ha hecho surgir la duda de por qué en menos de un mes surgieron dos tipos de gérmenes ?cada uno en una unidad diferente? que, en principio y según los administradores, no estaban conectados.

"Muchas veces, cuando suceden problemas, como este tipo de situaciones, depende de la administración del hospital en sí y de las decisiones que se hacen para mejorar la calidad del servicio o de atención a los pacientes", comentó Joel Bellman, portavoz de Zev Yaroslavsky, supervisor del condado de Los Ángeles.

 Aunque el hospital no está suscrito como público y administrado por el condado, el Departamento de Salud Pública de Los Ángeles mantiene una estrecha colaboración con el centro médico afectado.

 Para José Arocha, jefe de medicina interna del hospital Mercy, de Miami, en Florida, cuando se produce un error que conlleva a la muerte de un paciente " la mayoría de las veces puede tratarse de un descuido humano", aunque insiste en que quienes se dedican a la medicina no son dioses ni hacen milagros.

 "La medicina es un arte. Muchas personas piensan que los médicos somos Jesucristo y que por estar en el año 2006 en Estados Unidos no se producen muertes ni puede haber lugar a infecciones", comentó el especialista.

 "La ley de la vida es así, incluso cuando se cometen errores, porque cuando encuentras la solución a un problema aparece después en otra parte y siempre tienes que seguir investigando", añadió Arocha. "Lo que pasa es que en este país todo el mundo quiere poner una demanda para retirarse antes, aunque se hayan estado más días en el hospital de los que se hubieran dicho en un principio".

 La organización Médicos por la Responsabilidad Social prefirió no comentar al respecto de lo sucedido en torno al brote de bacterias en el Centro Médico White Memorial.

Desde otros sectores, los errores internos que pueden darse en los hospitales no siempre pueden corresponder a una falla humana, ya que en el caso del laringoscopio del cual se sospecha que surgió el germen "pudiera haber fallado la máquina con el que se esterilizaba".

 De todas formas, y como apunta Arocha, en Estados Unidos "existe una comisión que pone los estándares para los hospitales y todos deben seguir las mismas reglas y procedimientos".

 "No por ser de California un hospital puede hacer las cosas distintas a como se hacen en otro que esté en Florida", comentó el médico. "Cuando esas cosas suceden, es, o porque el equipo o los empleados no trabajan bien, o no se siguen los estándares que se deberían seguir".