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  Por el libro
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24 de enero de 2007

Por: La Opinion

Después del reciente susto con la espinaca, muchas personas tienen miedo de comer frutas y vegetales frescos. La seguridad de los alimentos que consumimos es una prioridad, haya o no una alarma por intoxicaciones de alimentos.

El Centro de Control de Enfermedades (CDC) estima que 76 millones de estadounidenses se enferman; 325 mil son hospitalizados y cinco mil mueren por intoxicación alimenticia cada año.

Siempre existe la posibilidad de que bacterias perjudiciales que viven en la tierra o están en el agua de los sembradíos puedan contaminar las frutas y verduras. O el producto fresco puede contaminarse después de que se cosecha, durante la preparación o el almacenamiento.

Si tomamos en cuenta las siguientes precauciones probablemente podremos prevenir la mayor parte de los casos de envenenamiento por alimentos. Por supuesto, nunca hay un 100% de garantía; la otra opción sería dejar de comer. ¡Eso no nos funcionaría!

 En la tienda: cuando elija un producto fresco ya rebanado ?como es la mitad de una sandía? elija sólo productos que estén refrigerados o rodeados de hielo. Si compra productos de vendedores en la calle, es bueno saber que es ilegal que ellos corten la fruta delante de usted. La fruta debe venir ya cortada de su lugar de origen y almacenada en hielo.

 En el mercado: cuando esté embolsando sus frutas y vegetales para llevar a casa, coloque siempre en bolsas diferentes las frutas y vegetales por separado, así como las carnes, aves o pescados y mariscos.

Nunca coloque ningún tipo de carnes en la repisa del refrigerador que está encima de donde guarda las frutas y verduras.

 En casa: lávese las manos por lo menos 20 segundos con agua caliente y jabón antes y después de preparar cualquier alimento. Lávese durante el tiempo que le toma cantar Las mañanitas.

 Siempre enjuague bien las frutas y vegetales bajo el chorro de agua antes de comer, cortar o cocinar, aun cuando planee pelarlas.

Puede elegir usar un producto especial para el lavado en lugar de usar jabón, mismo que puede dejar residuo. ¿Por qué? las bacterias perjudiciales pueden vivir en la cáscara y al cortar la fruta o verdura sin lavar existe la posibilidad de que el cuchillo introduzca bacterias en ellas. Esto significa que hay que lavar melones, aguacates y manzanas.

Limpie cualquier vegetal o fruta firme con un cepillo especial que esté limpio y sea adecuado para este tipo de productos. Después de lavar, deje que se ventilen y sequen antes de cortar. Esto incluye melones y pepinos.

Remueva y deseche las hojas exteriores de lechugas y coles.

Antes de comenzar la preparación de productos crudos lave bien con agua caliente y jabón todas las superficies que use en la preparación de carnes, al igual que todos los trastes, utensilios y tablas para cortar.

Para más protección, periódicamente puede usar un desinfectante especial para cocina y así mantener limpias sus tablas para cortar al igual que los mostradores. También lo puede hacer con una cucharadita de cloro disuelto en un litro de agua.

 No coma germinados crudos (alfalfa, frijol, trébol o rábano).

 Beba leche, jugos y cidra pasteurizados.

 Refrigere o congele las sobras de comida a más tardar dos horas después de que terminaron de cocinarse. De no ser así, lo mejor es deshacerse de esa comida.

 No guarde sobras de comida que estén refrigeradas por más de cuatro días. Tire lo que no se usó en ese tiempo.

Algunos tipos de bacterias pueden crecer en el refrigerador o el congelador.

Éstas pueden encontrarse en el queso suave, carnes frías, salchichas y hot dogs, en el cerdo cuando no está bien cocido y en la leche sin pasteurizar.

Por lo tanto, si un alimento ya está contaminado, ponerlo en el refrigerador no hará que las bacterias dejen de crecer y usted podría enfermarse.