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2 de marzo de 2007

Por: El Nuevo Dia

Las autoridades arrestaron ayer a siete personas, entre las que figuran dos médicos puertorriqueños y tres uruguayos, que prometían e inyectaban una vacuna para curar el cáncer.
Se alega que el grupo promocionaba en los medios su vacuna como una que consistía en inyectar sangre al paciente, luego de pasar por el proceso de extraerla, hervirla y congelarla. Los sospechosos utilizaban la firma de PharmaBlood para la operación de venta de la vacuna, desde una oficina ubicada en el Hospital San Juan Bautista de Caguas.
Fraude
de $8,000 a $12,900
costo de la vacuna
$247 mil
ingresos producto del esquema
Fuente: Fiscalía federal
El fiscal federal José Ruiz, aclaró que este tratamiento no se trata de “medicina alternativa�. Señaló que, en el caso de PharmaBlood, la promoción prometía una vacuna contra el cáncer, cuando la realidad es que no había sido aprobada por la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés). Incluso fue rechazada por la agencia.
“El delito aquí está en defraudar al público general diciendo que esto es una vacuna�, dijo Ruiz.
Según la Fiscalía federal, cerca de 50 personas fueron víctimas del fraude. Aunque la mayoría murió, la acusación no achaca a los arrestados las muertes y los fiscales recordaron que eran pacientes de cáncer terminal.
“Estos pacientes de cáncer tenían que pagar entre $8,000 y $12,900 por la vacuna�, dijo Rosa Emilia Rodríguez, jefa de la Fiscalía federal.
El Nuevo Día sólo halló una demanda en el Tribunal federal en relación a PharmaBlood. El demandante es Alberto Anaya Burgos, quien, en un pleito entablado por el abogado José F. Velázquez el 19 de enero de 2007, reclama $2 millones por la muerte de su compañera.
La acusación de la Fiscalía federal es por el transcurso de junio de 2003 y junio de 2004. Los imputados son el comerciante José Murati Sepúlveda, principal oficial ejecutivo de PharmaBlood; el director del grupo, Félix Cotto Ortiz -quien no pasó la reválida de medicina-; los galenos de Uruguay, Eduardo Lasalvia Prisco, Laura Albertini Fossa y Sylvia Cucchi y los médicos boricuas Rubén Otero López y Jorge Nazario Cortés.
Cada uno de los arrestados ayer encara seis cargos por conspirar para defraudar a la FDA, por fraude electrónico y por usar el correo para enviar las vacunas.
Se informó que Lasalvia Prisco y Cucchi fueron apresados en Uruguay y Albertini fue arrestado en Florida. Los otros fueron llevados ayer ante el magistrado Bruce McGiverin para su vista inicial y quedaron citados para la lectura de cargos el 6 de marzo a las 10:30 am.
Lasalvia Prisco, quien fue vicepresidente de la empresa, tuvo licencia provisional de medicina entre junio de 2003 y julio de 2004 bajo la tutela del director del Hospital San Juan Bautista, institución en la que PharmaBlood tenía su oficina, pero se trataba de un contrato de arrendamiento como el de otros negocios en ese hospital, de acuerdo con las autoridades federales. La acusación también revela supuestas charlas que ofreció PharmaBlood en el hospital.
La administración de la institución hospitalaria no devolvió las llamadas de El Nuevo Día.