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29 de julio de 2007

Por: La Opinion


El consumo de combustible por milla recorrida es un factor cada vez más importante a tomar en cuenta al comprar un automóvil cuando los precios de la gasolina pueden impactar negativamente en el costo real del vehículo.


En Estados Unidos los vendedores de autos deben poner el indicador de consumo de combustible por cada milla recorrida en la ficha informativa del vehículo cuando se exhibe para la venta.


Este se señala con las siglas MPG (Millaje por Galón de Combustible), que los vendedores deben desglosar basados en los resultados de pruebas realizadas a los autos por la Oficina del Medio Ambiente (EPA).


Por ejemplo, un MPG con el número 24 en la ficha del automóvil indicaría que éste puede recorrer 24 millas por cada galón de combustible, de acuerdo con esta entidad.


Al comprar un auto, por ejemplo, comparar entre uno con un MPG de 24 y otro de 14 revela que este último resultará más caro en consumo de combustible, pues sólo recorrerá 14 millas por cada galón.


Si comparamos entre estos dos autos que recorren hipotéticamente unas 15 mil millas al año con un precio de gasolina de unos 2.7 dólares por galón, el de MPG de 24 costará 1,688 dólares anuales en combustible o 8,438 en cinco años.


Por otro lado, el auto con MPG de 14 tendrá un mayor costo de combustible, de 2,893 dólares anuales o 14,464 en cinco años.


Es muy común que en la práctica real los automóviles consuman más combustible que el marcado según las pruebas de EPA.


Esto se debe en parte a que los fabricantes de vehículos optimizan los autos en aspectos específicos que proveerían los mejores resultados según los estándares de EPA, de acuerdo con David Champion, director del departamento de Pruebas de Automóviles de la revista Consumer Reports.


Las pruebas de vehículos hechas por EPA no contemplaban diferentes condiciones de manejo y otros aspectos que afectan el consumo de combustible. Pero esto ha cambiado recientemente, desde que EPA renovó sus criterios de prueba, que entraron en vigencia a partir de los modelos de 2008 que ya están en venta.


El nuevo criterio agrega elementos más realistas del uso de los autos, como variaciones de velocidad y consumo de aire acondicionado, entre otros, que se traducen en mayor consumo de energía y combustible.


Sin embargo, el consumidor no debe confundirse con el hecho de que los autos inspeccionados por EPA con el nuevo sistema parecen ser menos eficientes en el consumo de energía en comparación con sus homólogos de años anteriores.


Como el sistema actual de prueba de EPA es más realista, generalmente se verá que el número indicado como MPG de un auto puede ser más bajo ahora que como hubiera resultado con el sistema de prueba antiguo.


Ahora los consumidores podrán ver en las fichas del automóvil para los modelos a partir de 2008 un indicador más cercano a la realidad, y un MPG para manejo entre calles y otro en autopistas.


Esto es otro elemento útil para que el consumidor considere en la compra. Por ejemplo, para una persona que viaja frecuentemente por autopistas de la casa al trabajo o fuera de la ciudad el MPG para autopistas podría ser más relevante.