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  Por el libro
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31 de julio de 2007

Por: La Opinion

Seguramente le ha pasado que cuando está rodeado de gente que come mucho, usted también lo hace. Si por ejemplo su pareja come sanamente y poco, usted también tiende a hacer lo mismo. Es por eso que un nuevo estudio dice que la obesidad puede ser contagiosa. Obviamente no en el sentido en que se contagia un virus o una bacteria, sino "socialmente contagiosa".

Los investigadores de la Universidad de Harvard encontraron que las probabilidades de que una persona se vuelva obesa aumentan en un 57% si tienen un amigo que es obeso, un 40% si tienen un hermano que es gordito y un 37% si su pareja sufre de exceso de peso. Es interesante ver cómo son los amigos los que más nos pueden contagiar.

No se trata de un chiste decir que las adolescentes se parecen a las vacas. Y no en apariencia, sino en que son rumiantes. Las adolescentes, como las vacas, son especialistas en "masticar" y darle vueltas a sus problemas una y otra vez sin llegar a ninguna solución. El problema radica en que, según un estudio de la Universidad de Missouri, esto lleva a que las chicas se depriman. ¿Por qué? Pues porque no resuelven sus problemas aunque, supuestamente, tengan un buen amigo dispuesto a escucharlas y darles consejos.

El estudio realizado entre 813 jovencitos de ambos sexos, demostró que las chicas entre los 8 y 15 años se deprimen cuando hablan de sus problemas con sus amigas, pues amplifican la magnitud de las preocupaciones, y no poder resolverlos genera ansiedad. Los expertos aseguran que las adolescentes se preocupan por cosas como su apariencia personal o la aceptación dentro de un grupo, y que si bien desahogarse con los amigos no está mal, lo más adecuado es buscarconsejo de gente con experiencia que no tenga sus mismas limitaciones. Otro dato curioso: aunque los chicos también le dan vueltas a sus problemas, ellos no se deprimen.

Perder peso, hacer ejercicio y llevar una dieta rica en frutas y vegetales son las tres recomendaciones principales para evitar que el cáncer de seno vuelva a aparecer. Sin embargo, en cuanto al último punto han surgido dudas. Un nuevo estudio en pacientes tratadas por cáncer de seno y que siguieron una dieta que incluía cinco platos de frutas y vegetales diarios, no encontró que aportara muchos beneficios. La investigación demostró que el cáncer volvió, a pesar de que las mujeres comieran más verduras. Los expertos en el tema opinan que estos resultados dejan a la ciencia en un nuevo punto de partida y que ahora se tendrá que estudiar si además de la dieta, es necesario analizar factores como estilo de vida, actividad física y peso.