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  Por el libro
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6 de agosto de 2007

Por: El Vocero

Las madres y padres andan haciendo malabares entre el IVU, libretas, zapatos, uniformes y especiales para poder comprarle a sus retoños todo lo necesario para el regreso a clases.

Las estrategias más utilizadas: esperar a los especiales de última hora, ir de tienda en tienda comparando precios y comprar menos cantidades de cada uno de los artículos, todo en aras de estirar el peso y poder tener de todo, aunque sea un poco.

Ese fue el sentir que recogió EL VOCERO en un sondeo informal que realizó durante el fin de semana por el Paseo de Diego en Río Piedras, que ante la cercanía del inicio de clases gozaba de bastante movimiento de visitantes.

"Me he bandeado con los especiales, pero lo que me fastidia es el ‘tax’. Como quiera que uno busque, sale el bolsillo afectado", señaló Wanda Bernal, de Guaynabo, quien hacía las compras para sus hijos de diez, catorce y diecinueve años.

Encontró que artículos como los lápices, las libretas y las crayolas estaban a buenos precios, pero andaba comparando precios de pantalones para encontrar el que más le convenciera de acuerdo al precio.

Con miras a poder comprar todo lo que necesita su hija, Juanita Burgos, tuvo que recortar otros gastos. Como ejemplo, le adelantó a Lorna ?quien cursará el octavo grado? que este año no podrá alquilar el encasillado en el que podía dejar sus libros y pertenencias.

"Todo está súper caro, pero siempre hay que comprar, pues uno está buscando especiales casi a punto de que empiecen las clases. Se hizo el esfuerzo y se ha podido comprar todo, pero con mucho trabajo", reconoció la residente de Carolina.

Otra madre que encontró "todo más caro" es Julimar Fuentes, de Loíza, para quien hasta la matrícula del colegio en que estudian sus hijos reflejó un aumento.

"Todo está más caro y si al artículo le bajan el precio, no se ve la diferencia por el ‘sales tax’. Lo que estoy haciendo es que compro menos cantidad. Si en años anteriores compraba cinco pantalones, ahora compro cuatro", explicó.

Lo que no compre, quedará pendiente para cuando lo permita el presupuesto de la familia, que incluye a un hijo que va para cuarto año de superior y el otro para cuarto grado de elemental.

Similarmente, Juan Pérez, quien tiene dos hijos de ocho y seis años, reconoció que en su camino ha encontrado buenos precios, pero dijo que ese efecto se neutraliza con el Impuesto de Ventas y Uso (IVU).

"Estamos haciendo malabares, chequeando de tienda en tienda, pero he logrado economizar. Lo que pasa es que de cada cosa te quitan quince chavos, y así", comentó.

Shaira Rodríguez tuvo la suerte de que encontró prácticamente todo lo que buscaba en una sola tienda y a relativos buenos precios. Pero no le dejó de doler el aumento que percibió en el costo de los uniformes y las telas escolares.

"Los especiales los tiraron más tarde. Por eso estamos a última hora, porque no había nada competitivo que hiciera tirarme a hacer las compras antes", expresó la joven madre que andaba por el Paseo con su esposo e hijos.

Por el contrario, Candy Ortiz, entiende que el dejar las compras para última hora fue una de las razones por las que tuvo que comprar los zapatos más caros, porque de los tamaños que calzan sus hijos de tres, cinco y siete años, ya se habían agotado los modelos más económicos.

"Está fuerte, esto es lo malo de venir a buscar las cosas a última hora. He encontrado regular los bultos y los mahones. Ahora, los zapatos es lo más difícil porque es lo primero que se acaba", afirmó para quien también las compras de llamado ‘back to school’ se convirtieron en un paseo familiar.