27 de agosto de 2007

Por: El Nuevo Herald


Los ladrones en todo el mundo han fijado su atención en las tarjetas de débito, algo que los expertos consideran un peligro aún mayor que la sustracción de tarjetas de crédito.


'Los consumidores están usando cada vez más el débito y, según aumenta ese tipo de transacciones, el fraude aumenta al mismo nivel', dijo Judith McGuire, vicepresidenta de servicios de venta de Pulse, una de las mayores redes de transferencia electrónica de dinero del país.


El fraude con tarjetas de débito aumentó 21 por ciento entre el 2004 y el 2005, y el mayor aumento estuvo en tarjetas de débito que requieren firma, según un estudio reciente de Pulse.


Según la investigación, alrededor de 72 por ciento de las cuentas de cheques están vinculadas a tarjetas de débito. Otros informes indican que los consumidores utilizan las tarjetas de débito como promedio 23 veces al mes.


Mike Urban, director de protección contra fraude de Fair Isaac Corp., declaró que el éxito de las compañías de tarjetas de crédito en prevenir delitos explica en parte el nuevo énfasis en el débito.


'En los últimos 20 años las entidades que expiden tarjetas de crédito y algunos bancos han combatido el fraude y la manera de enfrentarlo, desde la creación de las cuentas hasta su cancelación', afirmó Urban, y añadió que las cifras de fraude con tarjetas de crédito son las más bajas en una década.


'Los delincuentes se han concentrado en la vía que les resulta más fácil', amplió Urban.


Según Michael Petitti, jefe de mercadotecnia de AmbironTrustWave, una firma de seguridad de Chicago, mientras que la atención de los ladrones más sofisticados sigue centrándose en las grandes compañías para sustraer grandes cantidades de información, hay empresas más pequeñas que también atraen la atención de los ladrones.


'Ahora hay negocios menores, como pequeños restaurantes, que son objeto de fraude por no establecer protocolos de seguridad', explicó Petitti.


Las tarjetas de débito utilizan los mismos sistemas de transacciones electrónicas que las compañías de crédito para el acceso a las cuentas bancarias de los consumidores. Pero según Petitti, es posible que algunas empresas pequeñas no protejan sus conexiones de ladrones que pueden analizar miles de direcciones de proveedoras de internet (IP) en una hora en busca de portales abiertos. Una vez que lo encuentran, los delincuentes pueden lograr acceso a la red interna de una empresa para encontrar información almacenada de tarjetas.


Esos actos de piratería, aunque captan publicidad, son sólo uno de muchos modos en que puede robarse la información de tarjetas de débito.


Tampoco es menos corriente el uso de dispositivos especiales para copiar datos de las tarjetas.


Uno es poner un artefacto encima de la ranura donde se coloca la tarjeta en los cajeros automáticos (ATM). Cuando uno coloca la tarjeta en la ranura, el dispositivo copia la información de la cinta magnética. A veces esos dispositivos se utilizan conjuntamente con cámaras que apuntan al teclado del cajero y así los ladrones pueden cotejar la información de la tira magnética con la clave de identificación.


Los clientes de restaurantes tienen un peligro ligeramente mayor de que les roben su información, simplemente porque las pierden de vista cuando se las entregan a los meseros.


En enero, un memorando interno de la Policía de Miami-Dade que fue revelado por accidente hizo mención a una pesquisa sobre aparentes operaciones de ese tipo en siete restaurantes de Miami.


No se sabe cómo se perpetró el supuesto fraude, pero Petitti afirmó que hay empleados de restaurantes que pasan las tarjetas dos veces, primero en una terminal para hacer un cobro legítimo y otra usando un artefacto que roba la información. Ese artefacto, explicó, se puede obtener a bajo costo y con facilidad en la internet.


El fraude con tarjetas de débito puede causarle más problemas al consumidor, especialmente porque el ladrón puede vaciar una cuenta de cheques y dejar un centavo hasta que el problema se aclare con el banco. 'Con el fraude de débito hay un delincuente con acceso a su cuenta bancaria', subrayó Petitti. ``El dinero que se están robando es el de uno, no es una línea de crédito'.


También la responsabilidad del consumidor es mayor con las cuentas de débito. No sólo pueden crearse cargos por sobregiro y cheques devueltos, y en dependencia de cuándo se reporta el fraude, la víctima podría perder todo su dinero.


Generalmente la ley exige se reporte el uso ilegal de tarjetas de débito antes de 60 días. En los casos de robo de información de tarjetas de crédito, no hay límites de tiempo para reportarlo. Las reglas son diferentes si uno pierde su tarjeta o si alguien la roba.


Bob Bucceri, portavoz de Electronic Funds Transfer Association, una organización que representa a compañías de pagos electrónicos, indicó que el aumento de los fraudes con débito hace que sea sumamente importante que los consumidores revisen metódicamente sus cuentas de cheques.


'Verifique siempre sus estados de cuentas. En esta época hay mucha gente revisan sus transacciones en la internet y eso puede hacerse a diario o poco después de efectuar algún pago electrónico', concluyó Bucceri.