3 de octubre de 2007

Por: Primera Hora


Iris Reyes dio $3,000 a las empresas de viaje de George Rodríguez y Guillermo Bush porque no estaba en las mejores condiciones y "ellos con una sola llamada decían que me hacían todas las reservaciones" para sus vacaciones.


Dania Colón y Héctor Echevarría esperaban usar sus vacaciones para emprender los viajes con descuentos que garantizaban los $6,300 que dieron a Vacation Travel Network. Las vacaciones llegaron, pero Colón las usará para ir al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) e instar una querella.


Y, como éstos, hay cientos de testimonios --algunos de personas que no se atreven a declarar o quieren dejar el mal rato atrás-- sobre las vicisitudes que pasaron para redimir lo adquirido en Vacation Travel Network y Celebrity Travel Plus, en ocasiones llamando varias veces en un mismo día e insistiendo hasta la fatiga. Sus esfuerzos, sin embargo, fueron en vano.


"Te ofrecen villas y castillas. Soy una persona que estoy enferma y ellos me llevaron la comodidad. Con una sola llamada harían las reservaciones, pero era todo mentira. El servicio era más malo que na', horrible. Se tardaban para contestar. Yo no vuelvo", afirmó Reyes a PRIMERA HORA.


Otros, como Juan Santiago, aún no han intentado redimir los viajes que compraron, quizás sin sospechar que, cuando lo traten, ya no estará la empresa que les prometió el lujo en las vacaciones y los descuentos constantes.


"Tengo cuatro viajes pendientes, tengo los certificados", dijo Santiago.


Carlos Cobián recordó que, cuando en enero de este año se encontraba en el restaurante El Buen Café en Hatillo, otras 30 personas estaban allí atentas a los supuestos beneficios que acarrearía la membresía en Vacation Travel Network y Celebrity Travel Plus.


En las charlas, los vendedores insistentemente trataban de convencer a los presentes de que se hicieran socios, pero aún los que no querían tenían derecho a un certificado de estadía en un parador porque ése era el incentivo que habían aceptado para acudir al encuentro.


Cuando acabó la charla, Cobián sospechaba que algo raro pasaba, que algo andaba mal. "No me quería hacer socio y había un hostigamiento bien tremendo", dijo, "hasta por 58 pesos querían que le hiciéramos un cheque".