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7 de octubre de 2007

Por: La Opinion


Funcionarios de la banca, la industria hipotecaria y el gobierno, entre otros, escucharon esta semana cómo la crisis de las llamadas hipotecas de alto riesgo han afectado a los consumidores hispanos ?más del 40% poseen este tipo de hipoteca? y cómo las partes involucradas deben colaborar en la búsqueda de una solución.


Durante la tercera Conferencia Anual de la Industria del Financiamiento, Mercados Emergentes y Diversidad, celebrada en las afueras de Washington, D.C., la analista financiera Julie Stav habló sobre la necesidad de colaboración de todos los sectores afectados por la crisis, en particular las industrias bancaria e hipotecaria y los consumidores.


"A los hispanos nos ha afectado muchísimo. Más del 40% de nuestra gente se ha metido en préstamos de interés variable a veces sin saberlo, otras veces sabiéndolo, pero sin darse cuenta de que iban a tener una consecuencia mortal", dijo Stav a La Opinión.


"…Hay más de dos millones de hogares que van a tener este problema entre el día de hoy y el verano de 2008, muchas veces sin saberlo. Ese 40% se compara con sólo el 18% entre los anglosajones", agregó.


"El gobierno puede dar más acceso a dinero a los bancos, poner un poquito más de agua en el pozo, pero al mismo tiempo tiene que facilitar las reglas que se necesitan para tener acceso a ese dinero. No puede dar dinero si sólo va a ayudar a 80 mil personas cuando hay dos millones de familias afectadas", afirmó Stav.


Por su parte, las compañías privadas y los bancos deben tomar la iniciativa para contactar al consumidor de inmediato, tan pronto la persona ?por ejemplo? no cumpla con uno de sus pagos, para dialogar y buscar una salida al problema antes de que se torne en una crisis que culmine en que la persona pierda su casa.


"A los bancos no les conviene quitarte tu casa. A ellos les cuesta casi 50 mil dólares por cada casa que le quitan a una persona", declaró Stav.


De esa forma el banco o institución financiera podría acordar con el consumidor una modificación de su préstamo hipotecario, ya sea el tiempo de duración o conceder una tasa de interés fija en vez de variable. "Hacerte la vida más fácil para que tú puedas pagar tu préstamo", indicó.


"Es importante porque la reposesión [embargo] de una propiedad no sólo supone la pérdida para la familia, sino que el vecindario pierde valor. Perdemos todos. Por otra parte, el consumidor debe entender la gran responsabilidad que supone comprar una casa y en la medida de lo posible darle cara a la situación antes que se torne en una crisis", enfatizó la experta.


"Si todavía [la crisis] no te ha afectado, llama al banco para ver si podrías verte afectado en un futuro porque ahora tendrías más opciones. Si estás pensando comprar casa por primera vez, no debes asustarte porque éste es un gran momento para comprar, pero armándote con las preguntas que hay que hacer", señaló.


Esas preguntas son: ¿cuál es el interés inicial; cuál es el peor escenario que podría enfrentar con ese préstamo? "Es decir, sino le va a pasar como a la Cenicienta a la medianoche, que el carruaje se convierte en calabaza", afirmó Stav; y ¿cuál es el mejor escenario de ese préstamo?


Stav, una de las oradoras principales del evento, dijo: "No vine a señalar culpables [por la crisis hipotecaria], sino a decirles que este sueño americano que trajimos a este gran país debe permanecer vivo y que su responsabilidad es ayudarnos a salir de esto".


Javier Ismodes, director de Desarrollo de Negocios para América Latina de la empresa Genworth Financial, dijo a La Opinión que el objetivo de la conferencia fue entablar "una discusión de cómo resolver los problemas", pero también aludió a la urgencia del diálogo entre las instituciones bancarias, los prestamistas y el consumidor, sobre todo los hispanos.


"La información y la educación son clave", explicó Ismodes.


Durante el encuentro se presentó el reporte anual Financiamiento para grupos minoritarios, el cual "tuvo buenas y malas noticias para los hispanos". "La mala es que su nivel de adquisición de viviendas se redujo en un 5.2% [entre 2005 y 2006]", dijo Ismodes. En California, la reducción fue del 16.3%.


Pero en ese lapso los hispanos obtuvieron la mayor cantidad de préstamos hipotecarios, 692,014 frente a 448,082 transacciones entre los afroamericanos y 241,318 entre los asiáticos.