24 de octubre de 2007

Por: Primera Hora

Si a usted no le gusta el correo regular, envía sus paquetes por FedEx o UPS. Si le desagrada como lo tratan en su compañía de seguros, busca otra. Y, por lo general, los consumidores tienen esa misma libertad con los proveedores de cable TV, Internet o tarjetas de crédito. Esa competencia, uno de los principios fundamentales del libre mercado, se supone que beneficie a los consumidores que buscan el mejor precio y servicio.

Pero cuando se trata de las compañías de teléfonos celulares, de acuerdo con un reciente estudio de AARP en Estados Unidos, la historia es otra: cambiarse de un proveedor a otro conlleva penalidades, tiempo perdido, y el quebrantamiento de prolongados contratos de hasta dos años.

En Puerto Rico, donde hay casi 2.3 millones de celulares, algunos clientes -descontentos con cualquiera de las seis empresas que proveen el servicio- se resignan a extinguir sus contratos con tal de no pagar las cuantiosas penalidades, que alcanzan hasta $300.

Cambiarse de proveedor es misión imposible, según el estudio, que concluye que hay “evidencia sustancial que sugiere que los proveedores -a nivel de Estados Unidos- estratégicamente buscan y logran una amalgama de oportunidades para aumentar el costo de cambiarse”, una realidad que, según los autores del informe, entorpece la política pública del Congreso de incentivar la libre competencia y permitirle al consumidor tener la mayor cantidad de opciones a su alcance.
 
Los cambios de proveedores de teléfonos celulares resultan tan onerosos que la revista Wired, especializada en el asunto, planteó en su edición de agosto de 2006 que, “en Estados Unidos, puede resultar más fácil acabar con un matrimonio que dejar una relación con un proveedor de celular”.

Pero, de acuerdo con la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones en Puerto Rico y tres de las principales proveedoras de telefonía celular, en la Isla hay una gran cantidad de opciones que mantiene a la industria “vigorosamente, compitiendo” en beneficio del cliente. Además, las penalidades por salirse de un contrato son similares a las que existen en otras industrias como las hipotecas o los arrendamientos de autos.

 Muchas compañías proveen un aparato de teléfono celular cuando un cliente se adhiere a su plan y, por eso, establecen penalidades para que, si la persona decide salirse del contrato, la empresa pueda recuperar lo gastado.

“Aquí hay libertad de contratación y el cliente tiene muchas opciones”, dijo Raúl Burgos, presidente de Sun Com Wireless en Puerto Rico, al sostener que el estudio de AARP no se adapta del todo a la situación boricua. Sun Com ofrece contratos de dos años con penalidades de $175 por acabar temprano.

Por su parte, Melissa Burgos, directora de mercadeo de AT&T, dijo en expresiones escritas que a partir de 2008 la penalidad para los clientes por terminar sus contratos antes de tiempo será a prorrata y no fijo, como lo es actualmente.

La empresa Claro sostuvo que “el crecimiento exponencial de la industria en Puerto Rico es la mejor prueba de que todos los factores de la industria funcionan”.

Irmarie Cervera, portavoz de Claro, agregó que “la agresiva competencia ha beneficiado al consumidor con ofertas muy, muy competitivas y teléfonos gratis”.

La Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, la entidad con jurisdicción para monitorear la actividad de competencia y equidad en esta industria, dijo mediante su presidente, Miguel Reyes, que aunque la Isla es una de las jurisdicciones de mayor competencia y opciones, “existen algunos contratos en estas compañías en que la Junta ha tenido que intervenir”.

Cada mes la Junta recibe 800 querellas relacionadas con las comunicaciones, y la gran mayoría está relacionada con celulares, dijo Reyes.

La Junta emitió el año pasado una orden para que todas las compañías de proveedores -SunCom, AT&T, Claro, Open, Centennial y Sprint Nextel- incluyan en sus tiendas orientación detallada sobre las cláusulas contractuales, de modo que “el cliente esté bien informado antes de firmar”.

 “La Junta”, dijo Reyes, “estará muy pendiente de eso”.