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12 de noviembre de 2007

Por: Primera Hora


El trabajo que han pasado las clientas del gimnasio Lady of America no ha sido ejercitándose en las bicicletas ni en las pesas para las que pagaron membresía.


Su principal trabajo, por el contrario, ha sido batallando contra las cláusulas contractuales que consideran leoninas u opresivas y que han provocado cientos de querellas en el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) por las operaciones de esa cadena en Puerto Rico.


Para empezar, el contrato de Lady of America es en inglés y, de acuerdo con una empleada del gimnasio en Bayamón que pidió que no se publicara su nombre por temor a represalias, muchos clientes interesados no entienden lo que dice el documento. Los empleados les explican a los clientes, pero sólo lo que ellos entienden es lo más importante.


El dueño de la franquicia en Puerto Rico es Alexander Valladares, según la oficina central de Lady of America en Florida.


Un contrato de Lady of America, revisado por PRIMERA HORA, dispone que las disputas se resolverán en la jurisdicción de Utah; una cláusula dice que si el cliente cancela antes del término -que suele ser de tres años- tendrá que pagar la totalidad de los tres años; y otra sección afirma que el contrato se renovará automáticamente una vez concluya el término, a menos que el cliente sea lo suficientemente aguzado y detecte en las letras pequeñas la posibilidad de rechazar la renovación automática.


Loida Torres, gerente regional de Puerto Rico de Lady of America, expuso que "nosotros somos una compañía americana, por lo cual el contrato es en inglés". Dijo, además, que los contratos anteriores exigían que el cliente se sometiera a la jurisdicción de Utah en caso de disputas, aunque los contratos más recientes no tienen esa disposición.


En Lady of America, se exige que el pago al gimnasio sea por débito directo cada mes, por lo que el cliente pierde el control del manejo de su dinero, y una agencia de cobro, utilizando tácticas que un abogado catalogó de ilegales, se encarga de llamar a los clientes hasta la saciedad, de acuerdo con testimonios recopilados y querellas presentadas en DACO.


En los últimos tres años, DACO ha recibido 422 querellas contra Lady of America de Puerto Rico por prácticas y anuncios engañosos. Y la tendencia va en aumento: de las 422 querellas en los últimos tres años, el 54% han sido radicadas en lo que va de 2007, según información provista por el secretario designado del DACO, Víctor Suárez.


El funcionario manifestó que los problemas más comunes de los cuales se quejan los clientes de Lady of America incluyen que, luego de terminarse el contrato, el gimnasio continúa cobrando y lo renuevan automáticamente sin consultarlo con el consumidor; no aceptan cancelación del contrato, aunque la persona esté embarazada o enferma y no pueda continuar con su régimen de ejercicios; cambian el servicio de uno exclusivamente femenino a uno mixto; la agencia de cobro emplea un proceso agresivo lleno de amenazas; rechazan la evidencia de gestiones hechas por consumidores para dejar sin efecto el contrato; cierran gimnasios e intentan -bajo amenazas contractuales- que el cliente acuda a una nueva localidad; y cobran por los servicios antes de abrir el local.


Torres, la gerente de Lady of America, explicó que "en los gimnasios estamos en la mejor disposición de escuchar a los clientes, pero hay normas contractuales que se tienen que cumplir".


"Buscamos alternativas para que se mantengan en los programas de ejercicios, pero si van a DACO a buscar otra alternativa pues entonces tenemos que ir a DACO nosotros también", agregó Torres. "Cuando el cliente firma, está haciendo un compromiso de membresía de tres años".


La lluvia de querellas contra Lady of America -que incluye a Health Clubs of America- no tiene comparación con otros gimnasios en el país.


Entre 2005 y 2007, el mismo periodo en el que Lady of America fue objeto de 422 querellas, sus competidores apenas tienen, cuando mucho, una docena: Nu Lady ha recibido 12; Power House, 5; Curves, 3; Total Fitness Management, 3; Aqua Life, 2; Western Fitness Management, 1; y Gold's Gym, 1.


Torres defendió el funcionamiento de Lady of America y atribuyó la gran cantidad de querellas a que "tenemos 15 gimnasios y 60,000 socios a través de toda la Isla, y ningún otro gimnasio tiene tantas localidades ni tantos socios".


La franquicia de Lady of America está registrada en Florida, donde el Better Business Bureau -una entidad privada sin fines de lucro que monitorea y evalúa operaciones corporativas- le dio una calificación de F. La calificación significa que el Better Business Bureau "fuertemente cuestiona la confiabilidad de la compañía".