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1 de enero de 2008

Por: La Opinion


Organizar las cuentas y ser más puntuales se encuentran entre las metas que la gente se hace en cada nuevo año. Pero, siempre se olvidan que para alcanzar estas metas hay que comenzar primero con una limpieza y organización profunda de cada rincón de la casa.


Claudia Soto-Neira, portavoz de los almacenes Ikea y experta en técnica de organización de espacios, asegura que cuando el hogar está organizado de una forma práctica y funcional las actividades cotidianas se realizan con facilidad, se es más productivo y el tiempo rinde más.


El problema que tiene la mayoría de las personas es que cuando se dan a la tarea de organizar la casa no saben por dónde empezar.


Soto-Neira explica que la clave está en sentarse a la mesa con papel y lápiz para responder a preguntas que ayudan a identificar nuestros hábitos y rutinas, la forma cómo elaboramos las cosas, qué uso le damos a muebles u otros artículos que poseemos y si ellos suplen nuestras necesidades.


¿Cómo vivo? ¿Cuáles son mis preferencias? ¿Qué tipo de casa o apartamento tengo? ¿Qué tipo de muebles, accesorios y "cosas" poseo en cada habitación? ¿Utilizo todas las cosas que tengo a menudo o muy de vez en cuando? Son las preguntas que determinarán qué cosas se quedan, qué se va, qué mueble u objeto nuevo hay que adquirir y con qué diseño hay que buscarlo.


Luego de contestar estas preguntas e identificar nuestras necesidades hay que ponernos a limpiar y organizar cada mueble (incluyendo los objetos que tenemos en los cajones). La acción hay que hacerla cuarto por cuarto y no se debe pasar de un cuarto a otro hasta que no terminemos con todos los espacios de la habitación que comenzamos a organizar.


Para que la actividad de limpieza sea rápida, Soto-Neira aconseja seguir los siguientes pasos:


1. Organizar las cosas que hay en cada espacio. La mejor técnica para esta organización es agrupar las cosas de acuerdo a quién le pertenecen, tipo de artículo, su uso por actividad, frecuencia de uso y características físicas.


2. Reduzca la cantidad de ellas. Teniendo las cosas agrupadas y categorizadas seleccione las que le gustan, usa, sirven y le quedan bien. El resto agrúpelo en cosas usadas y que están nuevas o sin sacar de sus empaques originales, así tendrá una idea de las cosas buenas que puede regalar a amigos, familiares o personas necesitadas.


La ropa u objetos que estén rotos o muy acabados por el uso, arrójelos directamente a la basura.


3. Asigne un lugar para guardar cada cosa teniendo en cuenta sus hábitos y uso. Las cosas que usa a diario o con mayor frecuencia, colóquelas en un lugar de fácil acceso, tratando de que queden todas ubicadas en un mismo lugar para evitar la pérdida de tiempo si se olvida en dónde fue que las guardó.


4. Cuente las piezas u objetos a guardar y vea en qué espacio accesible puede guardarlos.


5. Escoja o compre cajas o muebles que solucionen su problema personal de almacenamiento.


Soto-Neira asegura que el dormitorio es el primer cuarto de la casa que tenemos que organizar, ya que pasamos un tercio de la vida en él.


Hay que comenzar con el guardarropa, dice la entrevistada, seleccionado la ropa y zapatos que usamos por estación climatológica, actividad o evento. Luego hay que separar lo que se quiere colgar y lo que se quiere doblar. Esto ayudará a determinar cuánto espacio se tiene y qué tipo de almacenaje se necesita. Después, prosiga a clasificar la ropa de acuerdo a su tipo (pantalones, camisas, faldas) y uso (trabajo, descanso, deporte) y cree categorías que considere necesarias según sus pertenencias.


También resulta práctico clasificar la ropa por color, material y estación del año.


Para colgar la ropa en las barras del ropero lo más práctico es ubicar los trajes largos y abrigos en los extremos y ropa corta (como camisas y chaqueta) en el resto de la barra.


En cuanto a la ropa a doblar, selecciones una cómoda con cajones fáciles de abrir y cerrar. Si los cajones son muy grandes y se tienen muchas piezas pequeñas es recomendado usar algún tipo de divisorio que tenga espacios de diversos tamaños que nos permitan guardar medias o calcetines, ropa interior, cinturones, corbatas, etc


Si el ropero no tiene suficiente cajoneras se pueden usar las cajas de plástico o cartón que se han diseñado para almacenar.


Para organizar los zapatos es buena idea dejarlos en sus cajas originales o adquirir cualquiera de las repisas, los gabinetes con puertas o las cajas que se tiene en el mercado para almacenarlos por pares.


En alguna parte de la habitación, baño o clóset se debe de ubicar una canasta o bolsa colgable para depositar la ropa sucia. Cualquiera que sea su selección tenga la precaución de escoger una que sea lo suficiente grande para almacenar la cantidad de ropa sucia que sale por día o por semana en su casa.


Para la organización de las otras áreas de la casa siga los pasos de selección de objetos que le sirven y que no usa y trate de dejar los espacio lo más desocupados que pueda.


Igualmente, no trate de esconder el desorden en cajones o armarios, limpie y tire lo que no sirve y done lo que no usa y está en buenas condiciones.