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  Por el libro
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15 de febrero de 2008

Por: El Nuevo Dia

La representación legal de los gimnasios “Lady of America” arremetió contra ciudadanos que describió como “clientes delincuentes”, quienes cuestionan con firmeza sus contratos de membresía.

Asímismo, el portavoz legal de la empresa, cuya sede matriz opera en Broward, Florida, culpó al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) por apoyar esas personas.

Al responder a críticas de clientes insatisfechos ante la Comisión de Asuntos Federales y del Consumidor del Senado,  el licenciado Mario Prieto dijo que “muchas de estas personas han encontrado un aliado en el DACO para encubrir su negligencia”.

“Hay socios, los cuales son los mínimos, que se matriculan y a los dos o tres meses de actividad en los gimnasios proceden a cancelar el método de pago especificado en el contrato, por lo que son referidos a la agencia de cobro correspondiente para el trámite de rigor”, sostuvo Prieto.
 
“Este tipo de delincuencia es la misma que surge en los contratos de arrendamiento financiero y en préstamos para la compra de vehículos de motor y, peor aún, la que se está observando en préstamos hipotecarios”, opinó el letrado.

Al defender sus contratos, Prieto dijo que los mismos establecen claramente términos de uno a cuatro años, así como condiciones y un plazo de cancelación de tres días laborables después de la fecha de firma del acuerdo.

Precisó que “los pagos de matrícula, así como las mensualidades, son debitadas mediante pago directo a través de tarjetas de crédito y/o cuentas bancarias que identifiquen los socios en el contrato”.
El cobro, agregó, “es efectuado por una compañía ajena a los concesionarios, que una vez colecta las cuotas (pagos) se los envía a la franquicia y ésta, luego de efectuar los descuentos correspondientes, le deposita el beneficio a las cuentas de los concesionarios”.

Según Prieto, “causas ajenas a los dueños de los gimnasios” propiciaron una avalancha de querellas en contra de “Lady of America”  y “Health Clubs of America”.

Sin embargo, el abogado explicó que han sido diligentes al responder ante DACO, donde procuran “alternativas que puedan viabilizar una merma en el número de querellas”.

Las  “cancelaciones masivas” de contratos, según alegó Prieto, se vincularon a la no apertura de nuevos gimnasios porque las estructuras donde operarían no fueron entregadas en los términos pactados por el arrendador los locales comerciales.

Sobre cancelaciones de contrato, después de los tres días laborables en los que fue firmado, Prieto dijo que la alegación de “incapacidad” de un socio puede validarse, si un médico licenciado la certifica.

Prieto no reclamó perfección absoluta en la operación de esos gimnasios, pero destacó que toman medidas para mejorar como disponer eventualmente de contratos en español y dijo que están “en negociaciones con la franquicia para simplificar el formato de cancelación por incapacidad”.

Además de las denuncias en el DACO, decenas de clientes de varios gimnasios narraron a Caza Noticias de ELNUEVODIA.COM malas experiencias con cobradores amenazadores y otros contratiempos asociados a sus membresías para hacer ejercicios.

También, al menos un caso  relacionado con estas situaciones, se ha traducido en una demanda en el Tribunal Federal, Sala de San Juan.