Inicio  





 Lo Más Visto
- Las 10 mejores ofertas de alimentos según doctorshoper.com
- La confianza de los consumidores en EE.UU. disminuye por temor a la inflación
- Grandes empresas anuncian despidos masivos y menos personas piden ayuda por desempleo
- Las ventas de iPhone están cayendo. Esta es la razón
- Piden a la Junta $27 millones para añadir más viajes hacia Vieques y Culebra




  Pa'que te montes
Bookmark & Share

15 de abril de 2008

Por Ignacio García ? www.limonauto.com

La contracción económica por la que atraviesa Puerto Rico ha obligado a muchos puertorriqueños a desistir de sus planes de adquirir autos nuevos, y la alternativa obviamente es la compra de autos usados (pre-owned).  A pesar que la compra de autos usados tiene sus ventajas, especialmente en el lado económico, dichas compras también conllevan unos riesgos sustanciales de los cuales los consumidores deben estar muy concientes.

Entre los riesgos sustanciales al comprar un auto usado se encuentra la posibilidad de que el dueño previo del auto no le halla dado el mantenimiento correcto, que el dueño previo haya utilizado el auto para fines que afecten cualquier remanente de la garantía de fábrica, o el peor de todos, que la unidad haya sido objeto de un choque grave que afecta o imposibilita el funcionamiento del auto.

De los riesgos antes mencionados que nosotros en www.limonauto.com escuchamos que más ocurren son casos en la que el vendedor de un auto usado le vende el auto al consumidor con un remanente de garantía de fábrica que luego el consumidor se entera no aplica por algún tipo de maltrato del auto por parte del dueño previo, así como los casos en que el consumidor se entera que el auto usado había sido objeto de un choque grave.  Lo irónico y desafortunado de la gran mayoría de estos casos es que la gran mayoría pudieron haber sido evitados si los consumidores simplemente hubiesen aceptado su derecho a que la unidad fuera inspeccionada por un mecánico de su preferencia antes de comprar el mismo.  

La Regla 26.3 del Reglamento de Garantías de Vehículos de Motor del DACO (en adelante “Reglamento de autos del DACO”) dispone que “el comprador tendrá derecho a que la unidad sea inspeccionada por un mecánico de su preferencia, antes de comprar el vehículo usado”.  La Regla 26.3 del Reglamento de autos del DACO antes citada claramente establece el mecanicismo bajo el cual todo consumidor puede evitar ser engañado al comprar un auto usado.  A pesar que la inspección previa de un auto de ninguna manera le garantiza al consumidor que la unidad no tenga algún daño oculto que afecte su funcionamiento o remanente de garantía de fábrica, definitivamente mejora las posibilidades significativamente.

Aunque los consumidores muchas veces no lo sepan, existen cientos de especialistas en mecánica y hojalatería que están disponibles en todo momento para llevar a cabo una inspección.  Increíblemente, los costos de estas inspecciones son ínfimos en comparación a los costos asociados con la compra de un auto usado que haya sido chocado o maltratado por el dueño previo.  Entre la inspección de un hojalatero y un mecánico un consumidor usualmente puede gastar entre $75 a $100.  Es importante que no solo un mecánico inspeccione la unidad, sino también un hojalatero.  Cada uno de estos peritos se especializa en áreas diferentes que deben ser inspeccionados por separado.

En www.limonauto.com recomendamos que todo consumidor que interese comprar un auto usado primero indague sobre mecánicos y hojalateros en su área que estén disponibles para hacerle una inspección al auto antes de comprarlo, así como sus costos.  Una vez el consumidor encuentre el vehículo que le interesa de acuerdo a sus gustos y presupuesto, debe exigirle al vendedor que le permita llevar el auto a su mecánico y hojalatero para una inspección.  El consumidor puede hasta solicitar que en todo caso que después de las inspecciones se proceda con la compra, el vendedor le reembolse por una porción de lo que se pagó por las inspecciones.  En todo caso que el vendedor se niegue el permitir la inspección previa de la unidad por cualquier razón o motivo, el consumidor debe inmediatamente irse del concesionario, independientemente de la cantidad de tiempo que haya invertido el consumidor en la negociación del auto usado.

Recuerde, la inspección de un auto usado antes de la compra del mismo por parte de un hojalatero y un mecánico no solo es lo más inteligente, sino que es su derecho según el Reglamento de autos del DACO, no permita ser engañado.  Copia completa del Reglamento de autos del DACO, así como información adicional sobre este tema se encuentra en www.limonauto.com