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  Pa'que te montes
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21 de abril de 2008


Por Ignacio García ? www.limonauto.com





La semana pasada publicamos un reportaje en el que discutimos a fondo la importancia de conseguir una segunda opinión de un mecánico u hojalatero antes de comprar un auto usado. En dicho reportaje explicamos que la Regla 26.3 del Reglamento de Garantías de Vehículos de Motor del DACO (en adelante "Reglamento de autos del DACO") dispone que "el comprador tendrá derecho a que la unidad sea inspeccionada por un mecánico de su preferencia, antes de comprar el vehículo usado".





A raíz de dicho reportaje, en www.limonauto.com <http://www.limonauto.com/> hemos recibido varios correos electrónicos de consumidores que desean saber que es lo más recomendable que pueden hacer en caso que adquieran un auto usado que luego surge había sido objeto de un choque grave que afecta su funcionamiento o si adquieren un auto usado con un remanente de la garantía de fábrica que luego se enteran no aplica por razones fuera de su control (el dueño previo no le hizo el mantenimiento adecuado o le había causado un daño al auto que anuló su garantía). A pesar que las recomendaciones varían de caso a caso, si existen unas recomendaciones básicas que puede seguir cualquier persona que sea objeto de este tipo de engaño.





Primero, tan pronto se entere que el auto usado había sido objeto de un choque grave que el vendedor no le informara al momento de la compraventa, escríbale una carta certificada con acuse de recibo al concesionario que le vendió el auto. En dicha carta debe explicar con lujo de detalle como se entero del choque, como el mismo afecta el funcionamiento o valor de la unidad y lo que desea que el concesionario haga al respecto. Muchos consumidores cometen el grave error de entrar en conversaciones directamente con el vendedor del auto en vías de intentar resolver la situación. Desafortunadamente, dicha estrategia no es recomendable por las siguientes dos razones: 1) el contenido de cualquier conversación que usted tenga con el vendedor es casi imposible poder utilizar como evidencia en un procedimiento legal; 2) el tiempo que usted gaste negociando con el vendedor puede ir en contra de cualquier término prescriptito de cualquier ley o reglamento aplicable (su carta certificada pueda que interrumpa el término prescriptito, una conversación jamás lo haría).





Segundo, consiga todo por escrito. Uno de los errores más comúnmente hecho por los consumidores es no conseguir por escrito las cosas que les expresan las diferentes partes envueltas en la controversia. En caso que el que le informe del choque que habría sufrido el auto sea el agente de servicio del fabricante durante alguna visita de reparación en garantía o un mantenimiento rutinario, solicítele al concesionario que detallen los hallazgos en la hoja de servicio. En caso que el choque descubierto por el concesionario afecte o anule la garantía de fábrica, el agente de servicio viene obligado a proveerle la información al consumidor por escrito según dispone la Regla 10 del Reglamento de autos del DACO. La certificación de la anulación de la garantía de fábrica provista por el agente de servicio del fabricante es prueba indispensable en este tipo de caso.





Tercero, imprima y lea bien el Reglamento de autos del DACO. Dicho Reglamento establece todos los derechos del consumidor al adquirir y poseer un auto, ya sea nuevo o usado. El conocimiento directo de sus derechos es lo único que realmente lo protegerá en este tipo de situaciones. Copia completa del Reglamento de autos del DACO, así como información adicional sobre este tema se encuentra en www.limonauto.com <http://www.limonauto.com/>





Finalmente, no se deje amedrentar por el concesionario que lo engañó y mucho menos por sus abogados. La ley esta claramente escrita a favor del consumidor en este tipo de situaciones. El problema es que la mayoría de los consumidores no tienen acceso a la información y/o ayuda necesaria para hacer valer sus derechos. Desafortunadamente, muchas veces no es suficiente llamar al DACO para una orientación o radicar una querella en dicha agencia. Los procedimientos legales, ya sean ante un foro judicial o administrativo, pueden ser sumamente complicados y técnicos, por lo que el consumidor debe obtener su propia representación o por lo menos asesorarse directamente con un experto en la metería de reclamaciones de autos.