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  Por el libro
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19 de mayo de 2008

Por: El Nuevo Dia

“Mi hijo me pedía dinero a diario y cuando no se le podía dar, porque no tengo mucho, se me ponía furioso y me amenazaba con que me iba a dar, que me iba a matar y se mataba él”.
Este era el drama que vivía doña Antonia (nombre ficticio para proteger su identidad) desde que su hijo de 48 años se fue a vivir con ella. Él es narcómano, esquizofrénico y venía de cumplir una larga condena por asesinato en Estados Unidos.
Doña Antonia, de 68 años, se tenía que encerrar en su cuarto de noche y vivía en constante estado de terror hasta que pudo conseguir una orden de protección con apoyo de la Oficina de la Procuradora de Personas de Edad Avanzada. A pesar de que el hombre tiene a su padre y un hermano ella pensó que era natural recibirlo porque “es mi hijo”. Pero pronto se salió todo de control.

746,000
personas de 60 años o más  en Puerto Rico, son el 19% de la población
  799
Número de hogares de cuido para ancianos
 1,780
querellas por maltrato a ancianos
1,009
casos en que los hijos perpetran el maltrato
Fuentes: Oficina de la Procuradora de Personas de Edad Avanzada y Departamento de la Familia
 

 Un día el hijo intentó entrar por la fuerza a la casa, rompió una ventana y la Policía pudo llegar a tiempo para detenerlo, por violar la orden de protección. Ahora se encuentra en la sección siquiátrica de una cárcel local.
Abuso de los hijos
 
En 2007 la la Oficina de la Procuradora de Personas de Edad Avanzada recibió 1,780 querellas por maltrato verificadas contra envejecientes (60 años o más) que residían fuera de asilos u hogares de cuido. En más de la mitad de los casos, los maltratantes eran los hijos, precisó la procuradora Rossana López.
“Los que más frecuentemente cometen el maltrato, además de los propios hijos, son los nietos, los proveedores de servicios, amigos y vecinos”, dice López.
El abuso emocional o sicológico es la segunda causa de maltrato. La primera es la negligencia.
El secretario del Departamento de la Familia (DF), Félix Matos, sostiene que el Estado “tiene la responsabilidad de apoyar a las personas que no tienen recursos y requieren cuidado y protección lo que se puede hacer mediante ama de llaves o un hogar de cuido”.
 Explicó que cuando se recibe la información de que un anciano está abandonado lo primero que se hace es investigar, a través del programa Prospera, si hay familiares con recursos para pagar un hogar o amas de llave.
“A veces hemos encontrado un anciano abandonado y resulta que tiene tres hijos profesionales”, dice Matos.
“En estos casos el DF interviene primero con mediación para que los familiares se responsabilicen y eso funciona en 80% de los casos, pero si no resulta los llevamos al tribunal porque aquí la manutención de los padres ancianos es ley”, agrega.
Los hogares de cuido no están exentos de maltrato.
El mes pasado el DF, que los inspecciona tres veces al año por mandato de ley, cerró el Hogar Mi Casa, en Coamo, por una situación de maltrato e implantó una supervisión especial en el Hogar Villa Asunción, en Guayama, donde la Policía investiga una situación similar.
 El colmo de la crueldad ocurre en casos de violencia extrema como en la noche del domingo 11, cuando Domingo Flores Veguilla, de 95 años, quien había sobrevivido a los combates de la Segunda Guerra Mundial, fue asesinado por ladrones en su apartamento de Carolina.