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  Por el libro
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14 de julio de 2008

Por: La Opinion

Aumento constante de precios, alza del combustible, un mercado bursátil en baja, desempleo, empresas que se reducen o desaparecen… Las malas noticias son tantas que con facilidad podrían conducir al pesimismo generalizado, al miedo y a la parálisis. Pero este es, precisamente, el estado de ánimo que todo dueño de negocio, pequeño o grande, debe evitar a toda costa. Nada positivo se consigue bajo los efectos del pánico y la inercia.
Capear el temporal no va a ser tarea fácil, pero si conoces los pasos a seguir podrás enfrentarlo con éxito hasta tanto lleguen tiempos mejores. Considera las sugerencias siguientes:
* Mantén presente la regla de oro: en los negocios solo sobrevive el más fuerte. La regla del juego para sobrevivir sigue siendo la misma: saldrá adelante el mejor preparado y el más fuerte. Tú puedes lograr esto con una atractiva oferta de bienes o servicios, un estricto control fiscal de costos y gastos, así como con un servicio de excelente calidad para conseguir y mantener clientes importantes. No dejes que las preocupaciones te desvíen de estos principios básicos: tu oferta y cumplimiento deben ser superiores en calidad y eficiencia a los de la competencia.
* Motiva a tus empleados. Como líder de tu empresa, reenfoca el miedo de los empleados a la crisis y preséntales un objetivo común: superar la crisis es responsabilidad de todos y beneficia a todos, gerentes y empleados de cualquier nivel. Crear y ofrecer un producto o servicio de óptima calidad y trabajar con efectividad y eficiencia son las mejores maneras en que los empleados pueden contribuir al beneficio y supervivencia de su empresa.
* Expansión, no reducción. A primera vista lo opuesto parece más lógico, ¿no es cierto? Pero las mejores empresas se expanden durante la recesión debido a que, a medida que los miembros más débiles de la competencia van desapareciendo del mercado, van dejando nichos vacíos de servicios, clientes y oportunidades a la espera de que otra empresa los absorba. Y esa empresa puede ser la tuya. Estate listo para aumentar tus ventas, tus esfuerzos de mercadeo y publicidad para tener acceso a la mayor cantidad de clientes potenciales posible.
* Ponte en el lugar de tu cliente. Ahora más que nunca tus clientes estudiarán con más cuidado cómo gastar o invertir su dinero. Si analizas tu oferta desde la perspectiva del cliente, podrás detectar los puntos débiles que debes mejorar tanto en el producto como en el servicio que prestas. En este momento tu prioridad es la de satisfacer plenamente las expectativas y necesidades de tus clientes, incluso si esto significa invertir más dinero para mantener a los más grandes e importantes.
* Sé creativo y mantente al día. Casi siempre en épocas de crisis las compañías recortan los nuevos productos o servicios que representan el futuro dentro de su negocio. Una vez superada la crisis, les cuesta mucho más esfuerzo y recursos ponerse al día y satisfacer las nuevas necesidades del mercado. Recuerda, aún en los momentos más oscuros, mantén al máximo tu creatividad y busca formas innovadoras de satisfacer las necesidades de la clientela.
* Comprende la diferencia entre ingresos y ganancias. Parece un concepto sencillo que cualquier ejecutivo debe dominar, pero en muchas empresas no resulta fácil determinar cuáles clientes, productos, servicios o establecimientos dentro de una cadena son los más productivos. Durante una crisis financiera, es vital que los ejecutivos y gerentes sepan exactamente cuáles son las áreas que hay que cortar o reducir para quitarle peso muerto a la compañía.
Recuerda que lo más importante es no dejarse vencer por el pesimismo. Con la actitud y herramientas correctas, tú y tus empleados pueden lograr que el negocio supere la crisis y emerja de ella más fuerte y eficiente que nunca.