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  Por el libro
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15 de julio de 2008

Por: Yahoo.com

Por menos de 15 dólares, un usuario en Estados Unidos puede comprar un teléfono celular subsidiado, cargado con minutos de llamadas y puede comprar más minutos cada vez que lo necesite. Además, no queda atado a un contrato a largo plazo. 

Pero en la Florida, Nueva York, California, Georgia, Texas y otras partes del país, los traficantes han encontrado la forma de conseguir grandes ganancias al comprar miles de esos teléfonos de bajo costo y modificándolos para que puedan ser usados en otros países o en cualquier red celular.

Los teléfonos alterados son vendidos entonces en todo el mundo, lo que cuesta a las compañías decenas de millones de dólares.

Algunos traficantes emplean a decenas de personas a tiempo completo para comprar los teléfonos en tiendas, para que luego puedan ser modificados y revendidos.

El problema para las compañías de celulares es que venden esos teléfonos por debajo del costo, logrando ganancias sólo cuando los usuarios tienen que comprar minutos adicionales. Esos ingresos no existen cuando los teléfonos son modificados y vendidos en otros países.

Por el momento, no es estrictamente ilegal modificar el teléfono celular que es propiedad de uno, pero las compañías están tratando de frenar a los traficantes que les están drenando ingresos.

Encabezadas por TracFone Wireless Inc., fabricantes de esos teléfonos prepagados de bajo costo están demandando a traficantes en todo el país. Una de esas demandas resultó en una convicción penal en Houston, cuando un hombre desobedeció una orden judicial al negarse a dejar de vender los teléfonos modificados.

"Hay mucho dinero en ello", dijo James Baldinger, abogado de la firma Carlton Fields, que representa a TracFone. "Incluso si continuamos cerrando operaciones de traficantes, encontramos que hay personas que siguen haciéndolo. TracFone va a seguir demandándolos".