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14 de noviembre de 2008

Por: El Nuevo Herald


El comprador de esa casa destartalada y en ejecución hipotecaria al final de la calle bien podría ser el gobierno. En los próximos meses, las ciudades y condados del sur de la Florida recibirán más de $161 millones en nuevos subsidios federales, junto a un mandato de estabilizar el valor decreciente de la vivienda y la decadencia de los vecindarios que han sufrido el mayor impacto de la crisis inmobiliaria.


Sus planes de gastos incluyen comprar y rehabilitar, revender o alquilar propiedades que han sido confiscadas por los bancos a través de ejecuciones hipotecarias, algo que ocurre por primera vez en muchos municipios pequeños sin autoridades de la vivienda. Las ciudades podrían también usar fondos para nuevos proyectos urbanizadores y para derribar edificios que afean un vecindario.


Miami Gardens planea incluir el uso de viviendas para ayudar a jóvenes que exceden la edad para mantenerse bajo la custodia estatal. Miramar quiere brindar ayuda financiera a los compradores de ingresos medios.


Hialeah quiere construir más apartamentos para alquilar a $300 mensuales. Y Miami-Dade planea usar algún dinero en el proyecto urbanizador Scott-Carver en Liberty City, anteriormente lastrado por el fraude.


Los fondos representan la parte que toca al sur de la Florida de un total de $3,900 millones ofrecido como parte de un plan mayor de estímulo a la vivienda aprobado este verano por el Congreso.


Los fondos de estímulo llegan en un momento en que el mercado de la vivienda en el estado continúa arrastrándose entre índices históricos de ejecuciones hipotecarias, hogares sin vender y una creciente debilidad económica. En total, la Florida recibirá $541 millones, de los cuales $91 millones irán a Tallahassee.


Cuando se trate de salir a la caza de viviendas, a los gobiernos no les faltará de dónde escoger. Hasta el 31 de octubre, los bancos eran dueños de 10,725 viviendas en Miami-Dade y 10,234 en Broward, según datos de RealtyTrac publicados el jueves.


Y las ejecuciones hipotecarias siguen subiendo: en octubre, habían subido un 53 por ciento en Broward y un 97 por ciento en Miami-Dade por encima del año anterior, reportó RealtyTrac. Lo que significan estas cifras es que una de cada 114 viviendas en Broward está a punto de caer en ejecución hipotecaria o ya está en manos del banco. En Miami-Dade, es una de cada 93.


Los prestamistas ya han comenzado a tocar las puertas de las agencias de Miami-Dade, según los funcionarios del condado, el cual recibirá $62.2 millones, la mayor suma recibida por localidad alguna en el país.


"En la vida real, esto no es un montón de dinero, pero pienso que habrá un amplio rango de personas a las que podremos ayudar. La magnitud del problema es realmente inmensa', afirmó Robert Cruz, economista principal de Miami-Dade.


El plan tentativo de los administradores de la vivienda es gastar cerca de $37 milliones en comprar a los bancos propiedades tanto unifamiliares como multifamiliares, con la esperanza de sumar unas 342 nuevas unidades a sus reservas de viviendas asequibles. El condado es propietario en estos momentos de 10,000 unidades. Hay 71,000 personas en la lista de espera para ocupar tanto estas como otras unidades propiedad de particulares a través del Plan 8.


El resto se gastará en demoler unas 80 estructuras dañadas, así como en consejería de propiedad y ayuda hipotecaria para unas 130 familias. El condado separará unos $9 millones para crear la infraestructura necesaria para completar el proyecto de vivienda Scott-Carver HOPE VI, que ayudará a añadir unas 236 nuevas unidades a la fila. En general, se espera ayudar directamente a 1,500 familias.


La comisión condal votará el plan el 20 de noviembre. Broward aprobó el jueves el suyo.


Para decidir cuánto dinero recibiría cada comunidad, el Departamento Federal de Vivienda y Desarrollo Urbanístico (HUD) usó una fórmula que tiene en cuenta el número de hipotecas de alto riesgo, viviendas en manos de los bancos e hipotecas atrasadas. La manera en que cada comunidad usa el dinero depende de sus necesidades particulares, siempre y cuando creen una mayor oferta de viviendas asequibles para las familias de ingresos bajos a medianos.


"El hecho de que se reciba una cantidad grande de dinero indica la magnitud del problema en esa comunidad', dijo Dan Rosemond, director de desarrollo comunitario de Miami Gardens. La ciudad recibirá $6.86 millones que utilizará para comprar 25 viviendas. Los funcionarios de códigos urbanos ya han identificado 25 que serán demolidas.


Otras cuatro ciudades de Miami-Dade calificaron: Miami, North Miami, Hialeah y Homestead, conocidas por sus problemas de ejecuciones hipotecarias. Otros municipios podrían recibir fondos de los separados para el estado.


Trece jurisdicciones en Broward recibirán dinero, incluyendo los $17.76 millones del condado. A Miramar le tocan más de $9 millones, que planean usar para ayudar a unos 75 nuevos compradores con financiamiento y subsidios.


Las ciudades enfrentan otras dificultades en cuanto a utilizar el dinero de la manera prescrita, como por ejemplo la carga súbita de tener que manejar propiedades.


El mayor defecto que el administrador de la vivienda en North Miami, Tom Calderón, ve en el proyecto es que estos fondos no podrán usarse para ayudar a las personas que en estos momentos corren peligro de ejecución hipotecaria, algo que tiene confundidos a muchos propietarios.


"No nos permiten usar ni un centavo en prevención', dijo Calderón. "Se dice que es para la estabilización de los vecindarios. Pero, ¿qué mejor manera de estabilizar un vecindario que asegurarse de que las personas conserven sus hogares?"