17 de noviembre de 2008

Por: La Opinion


Joni Herndon, tasadora en Tampa, Florida, dijo que los agentes inmobiliarios la llaman para ayudar a los propietarios a comprender la realidad del valor de sus viviendas. Con frecuencia, Herndon recibe preguntas de propietarios desilusionados luego de la tasación, y tiene que explicar la caída generalizada que está experimentando el mercado y por qué lo que obtuvo un vecino por su casa hace dos meses ya no es válido para la situación actual.


"Pero a veces no logro que las personas entiendan", afirmó.


Dijo que los propietarios de viviendas que compraron casas recientemente construidas en el pico del auge resultan ser los más obstinados, ya que intentan recuperar cada centavo que gastaron para personalizar el hogar.


Un propietario, a quien Herndon tasó su vivienda, se negó a bajar el precio de lista por tercera vez, insistiendo que ciertas características como un techo alto y más espacio entre dos ventanas en una habitación adicional de la planta alta hacían que se diferenciara del resto de las viviendas.


"Es la mentalidad de que lo mío es mejor que lo tuyo", señaló Herndon.


El propietario le pidió al constructor separar las ventanas a un pie adicional y elevar el techo 12 pulgadas para colocar un televisor de pantalla grande. También gastó 15,000 dólares en jardinería e iluminación, y 2,900 dólares en ventiladores de diseñadores, afirmó Herndon.


"Podría haber colocado ventiladores por un valor total de 1,000 dólares y obtener la misma cantidad de aire", dijo Herndon. "A los propietarios les preocupa mucho cuánto pagaron por ciertos cambios, pero los compradores no los valoran".


Herndon tasó la casa, también en Florida, en 430,000 dólares. El vendedor la puso en el mercado en abril a 500,000 dólares y bajó el precio de venta a 469,500. La vivienda continúa a la venta, pero el vendedor se negó a ser entrevistado.


El mercado tocaría fondo más pronto si los vendedores no se mostraran tan obstinados y desistieran de los precios artificialmente altos, dijo Ariely.


Joni Herndon, tasadora en Tampa, Florida, dijo que los agentes inmobiliarios la llaman para ayudar a los propietarios a comprender la realidad del valor de sus viviendas. Con frecuencia, Herndon recibe preguntas de propietarios desilusionados luego de la tasación, y tiene que explicar la caída generalizada que está experimentando el mercado y por qué lo que obtuvo un vecino por su casa hace dos meses ya no es válido para la situación actual.


"Pero a veces no logro que las personas entiendan", afirmó.


Dijo que los propietarios de viviendas que compraron casas recientemente construidas en el pico del auge resultan ser los más obstinados, ya que intentan recuperar cada centavo que gastaron para personalizar el hogar.


Un propietario, a quien Herndon tasó su vivienda, se negó a bajar el precio de lista por tercera vez, insistiendo que ciertas características como un techo alto y más espacio entre dos ventanas en una habitación adicional de la planta alta hacían que se diferenciara del resto de las viviendas.


"Es la mentalidad de que lo mío es mejor que lo tuyo", señaló Herndon.


El propietario le pidió al constructor separar las ventanas a un pie adicional y elevar el techo 12 pulgadas para colocar un televisor de pantalla grande. También gastó 15,000 dólares en jardinería e iluminación, y 2,900 dólares en ventiladores de diseñadores, afirmó Herndon.


"Podría haber colocado ventiladores por un valor total de 1,000 dólares y obtener la misma cantidad de aire", dijo Herndon. "A los propietarios les preocupa mucho cuánto pagaron por ciertos cambios, pero los compradores no los valoran".


Herndon tasó la casa, también en Florida, en 430,000 dólares. El vendedor la puso en el mercado en abril a 500,000 dólares y bajó el precio de venta a 469,500. La vivienda continúa a la venta, pero el vendedor se negó a ser entrevistado.


El mercado tocaría fondo más pronto si los vendedores no se mostraran tan obstinados y desistieran de los precios artificialmente altos, dijo Ariely.