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24 de noviembre de 2008

Por: El Nuevo Herald


General Motors insiste en que declararse en bancarrota sería un desastre porque ahuyentaría a los consumidores. Es poco probable que los propietarios de un Chevrolet o un Cadillac se quedarán sin refacciones o sin que se cumplan las garantía de sus autos, pero algunos comienzan a pensarlo dos veces.


"Si General Motors se encuentra bajo una amenaza inminente de bancarrota o efectivamente se declara en bancarrota, no consideraría uno de sus productos", dijo Kevin Ketels, de 38 años, que quizá cambie su Toyota RAV4 2004 el próximo año. "No sé si la compañía estará para cumplir con su garantía. ¿Estarán para mí? Hay tantas cosas desconocidas y un auto es mi segunda inversión más fuerte, después de mi casa".


Según General Motors, un 80% de los estadounidenses ni siquiera consideraría alguno de los productos de la empresa si se declara en bancarrota. El director general Rick Wagoner mencionó este dato obtenido de una encuesta aplicada por CNW durante sus declaraciones ante el Congreso para solicitar el paquete de ayuda por 25.000 millones de dólares.


General Motors (GM) ha advertido que para el final de año podría tener apenas el mínimo de efectivo necesario para continuar con vida. Por su parte el director general de Chrysler, Bob Nardelli, declaró la misma situación en su compañía. Unicamente Ford Motor Co. indicó que podría tener efectivo y créditos para superar el 2009.


Algunos representantes creen que la bancarrota podría ser parte del plan de acción. Una declaración en quiebra de GM podría darle tiempo para posponer pagos a acreedores, renegociar contratos, obtener capital y mantenerse con vida. Pero ante el freno en el mercado crediticio encontrar alguien que ayude a la empresa sin el respaldo gubernamental podría ser casi imposible y finalmente se obligaría a la compañía a liquidar.


Cumplir con las garantías de productor se lograría incluso si se liquida a la empresa, ya que un tercero puede asumir esa responsabilidad. Pero obtener algunas refacciones sería un pequeño gran detalle. Las tiendas de refacción obtienen del 80 al 90% de sus partes directamente de equipos originales.


"Es el área más afectada si hay una interrupción en la cadena de suministros de refacciones en el ramo de las reparaciones", dijo Ron Pyle, presidente de la Asociación de Servicio Automotor, un grupo de Bedford, Texas, que representa a 10.000 estaciones independientes.


Sean McCall, propietario de Hatch Auto Body en Denver, afirmó: "Si no se puede obtener partes originales del fabricante eso puede tener un gran impacto".


"Las refacciones (tras colisiones) definitivamente no tienen la misma calidad, no son tan fuertes y no se acoplan bien, así que tu vehículo no se puede considerar como en un estado antes de un choque", agregó.