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  Por el libro
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13 de julio de 2020

El Vocero

El acuerdo contraído entre el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y el mayorista importador del 75% de la demanda actual del gas licuado en la Isla, Empire Gas, sigue generando indignación, no solo entre los consumidores sino también entre los gaseros.

Para Carlos Jurado Roque, presidente de la Federación de Distribuidores de Gas Unidos de Puerto Rico (Fedigas), el acuerdo no les hizo justicia a los consumidores, sino que benefició a las empresas importadoras y mayoristas que, acorde con datos suministrados por la organización generaron ganancias estimadas de entre $30 millones a $41 millones, tras el cobro en exceso y en violación a la reglamentación del DACO.

“DACO se cantó que no tiene poder en ley para hacer que las empresas importadoras de gas licuado, devuelvan al consumidor todo el dinero cobrado en exceso durante los pasados siete meses. Ese dinero salió del bolsillo del consumidor y DACO permitió que se quede en el bolsillo de las importadoras y mayoristas que incumplieron con su reglamentación. Y a su vez premió a una de ellas, con una reducción de una multa acumulada de $84 mil a sólo $25,000”, enfatizó el líder detallista.

En tanto, la secretaria del DACO, Carmen Salgado reconoció que hay muchas cosas que quisieran hacer como agencia, pero que no están en sus manos. Como alternativa presentó la nueva orden de monitoreo, la cual exige una factura para el consumidor en dólares por galón, de manera que el consumidor conozca a qué precio le están vendiendo el producto, y uniforma el precio de venta al detallista a cada mayorista. “Se trata de regulaciones más estables que benefician al consumidor y redundan en mejores precios”.

Ante la existencia de una orden provisional que figuraba desde la administración del exsecretario del DACO, Nery Adames, que estipulaba los márgenes de ganancia a los mayoristas en 61 centavos, Salgado aclaró que esa orden nunca entró en vigor, porque fue impugnada. “No hay una orden de control de precios, excepto la vigente, impuesta por la emergencia de la pandemia. Los 95 centavos de margen de ganancia por galón era la prevaleciente en diciembre, cuando los mayoristas incumplieron la orden de la agencia y es la que permanece. Una vez se elimine la orden vigente, no hay una orden de control de precio, sino que es la oferta y la demanda la que termina estableciendo el precio. Sin embargo, hay unos parámetros en la nueva orden que permiten un 11% cómo margen de ganancia neto después de los gastos operacionales, los arbitrios, entre otros”.