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SinComillas

Por Luisa García Pelatti

“El mayor riesgo para la banca es que quedan bastantes activos tóxicos en las carteras de los bancos”, opina Rafael Blanco Latorre, Comisionado de Instituciones Financieras. Aunque los bancos tienen un colchón de capital que les permitiría operar en medio de la crisis económica durante dos años más, el Comisionado prevé que la crisis económica podría durar más, unos seis años. Y eso es lo que puede empeorar la situación.

“Si la situación económica se torna peor y se le añaden a esos activos tóxicos casos que ahora están pagando bien puede ocurrir una segunda ronda de castigar préstamos, y eso puede reducir el capital, ese cojín que existe ahora mismo”. Si eso llegase a ocurrir, podría haber más consolidaciones y el número de bancos podría volver a reducirse, “aunque no es lo que quisiéramos ver”, apunta Blanco Latorre, quien lleva en el puesto desde el 2012.

Cuando llegó, ya se había producido el cierre de tres bancos: Westernbank, Eurobank y R-G; había empezado la recesión y había problemas con la calidad de los activos de las instituciones financieras, principalmente en las carteras de hipotecas, pero también en propiedades comerciales

Uno de sus principales retos fue el cierre de Doral, en el 2015. “El caso de Doral fue muy triste. Doral logró levantar una cantidad importante de capital nuevo, pero el problema era que ya venía con un lastre tan pesado que no pudo sobrevivir”. Doral cometió una serie de fallas de control interno. “No reconocieron las pérdidas cuando las tenían” y carecía de una buena gerencia. Luego llegó el tema del crédito contributivo y “acabó de dar al traste con la situación del banco”.

“No creo que en este momento haya ninguna institución que tenga un cuadro similar al del Doral. Todas las que están saludables. No tengo ninguna preocupación inmediata”, explica, aunque no descarta que algún banco se vaya de la Isla.

“Si fuese haber consolidaciones sería una institución que no tiene suficiente masa crítica de clientes y de negocio como para cubrir su costo operacional”. Y eso podría ocurrir con alguna de las dos entidades internacionales que operan en Puerto Rico: Santander y Scotiabank. Pero sería, explica, decisiones que se toman en otro lugar, a nivel de corporación. Fue el caso de BBVA, que en el 2012 decidió abandonar la Isla vendiendo sus operaciones a Oriental.

“Mientas la situación en Puerto Rico siga estancada cada vez se le va a hacer más difícil a los bancos mantener una estructura de costos por debajo de sus capacidad y generar ingresos. Y ahí van a tener que decidir qué hacer, vender cartera y se limitan a un segmento del mercado o vender la institución”.

Aunque los bancos consiguieron aumentar su capital, sus activos han estado reduciéndose, lo que los obliga a ampliar el rendimiento. “Y con las tasas de hoy en día es casi imposible”, explica. Las tasa de interés están en su nivel más bajo.

Las bajas tasas de interés y del precio del crudo nos han beneficiado. Pero eso puede terminar. La Reserva Federal viene amenazando desde el año pasado con una subida que en algún momento va a llegar y nos va a afectar. Ninguno de esos temas está bajo nuestro control. Una subida de las tasas de interés va a significar hipotecas más caras, restricciones de crédito y que menos gente cualifique para un préstamo.

No sólo hay menos bancos, también hay menos sucursales. En el 2006 había 563 oficinas. Hoy hay 344. La reducción se explica por el uso de las nuevas tecnología, pero también por la emigración de la población a Estados Unidos. En la medida que continúe la emigración los bancos van a seguir peleando por el mismo pastel. “Cada vez hay menos competidores y eso no es bueno”.

Las ganancias de los bancos han mejorado recientemente, gracias a que han logrado reducir la cantidad de “pase a fallidos de transacciones comerciales grandes que tenían. Mejora la morosidad, pero todavía está en niveles altos: 11.3% la morosidad general, 13% la hipotecaria, que sube a 16% si hablamos de las carteras propia de los bancos.

El año pasado se ejecutaron 4,459 propiedades. Este año estima que podrían alcanzar las 4,794, un 3% más. Hay 18,378 viviendas en proceso de ejecución, lo que representa el 5% del total de la cartera de hipotecas. La cifra está por debajo de las 20,000 del año pasado.

El Comisionado confía en que con la llegada de la Junta de Control Fiscal haya más confianza entre los inversores. La creación de nuevos impuestos, el tema de los permisos y las leyes labores afectan a las empresas, que buscan estabilidad en el tratamiento contributivo. “Creo que es importante que se atienda el asunto fiscal que hará a Puerto Rico más competitivo”.