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17 de enero de 2012

El Nuevo Dia

La crisis que experimentó el sistema financiero hace unos cuatro años y la reglamentación que le ha sucedido ha dado otro zarpazo al consumidor a través de aumentos en los cargos por servicio bancario.

"Si no hubiéramos pasado la crisis financiera, los bancos habrían absorbido estos cargos, pero ahora se están viendo forzados a recuperar esas pérdidas", indicó Jorge Fernández, principal responsable de la red de cajeros automáticos independientes (ATM, por sus siglas en inglés) Cardtronics y que opera en la Isla desde el 2008.

Según Fernández, hasta hace unos años la tendencia era que los servicios bancarios y las transacciones electrónicas no tenían cargos por servicios porque las instituciones podían ahorrarse "una fortuna" en ofrecerlos a los clientes.

No obstante, el alza en costes por nueva reglamentación y la necesidad de inversiones constantes en tecnología y gestión de riesgo ha precipitado que las instituciones financieras, bancos o cooperativas, estudien detenidamente los servicios que ofrecen y a qué costo, explicó el ejecutivo.

más caros los cajeros

Ese parece ser el caso de Banco Popular, institución que este mes aumentó a $2 el cargo por utilizar cajeros que no pertenecen a su red de cajeros automáticos, una determinación que ha causado revuelo entre comerciantes y consumidores.

Empero, un análisis efectuado por El Nuevo Día reveló que si bien los clientes no suelen pagar cargos por servicio al utilizar sus tarjetas en los cajeros automáticos de los bancos donde poseen sus cuentas, otras instituciones bancarias en la Isla también cobran a sus clientes cuando se rebasa un límite de transacciones o se utilizan cajeros de la competencia.

Y esos cargos podrían llegar hasta $3 si las transacciones se efectúan en cajeros ubicados en hoteles, casinos y zonas turísticas, según constató El Nuevo Día.

Por ejemplo, el cargo para no clientes de Popular se eleva a $2.50 en ciertos hoteles. FirstBank cobra 50 centavos en una de sus cuentas si un cliente suyo inquiere un balance en un cajero automático de otro banco y en una de sus cuentas y Doral Bank cobra 50 centavos por transacción si se efectúan más de cinco retiros, por ciclo, en cajeros competidores. Los bancos Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Santander y Scotiabank tienen una disposición parecida.

En otras cuentas, aunque no se cobraran tales cargos, las penalidades por no cumplir con mínimos de balance o sobregiros podrían alcanzar hasta $12 e incluso pagar intereses diarios de un 19% por monto de sobregiro.

"El cargo (en cajeros bancarios) podría ser hasta $5 cuando se trata de cuentas en bancos fuera de Puerto Rico", subrayó Fernández.

Privilegio costoso y complejo

"A nosotros, operar los cajeros nos cuesta una cantidad importante", dijo Miguel Páez, primer vicepresidente de Banca a Individuos en Popular.

Popular invierte unos $23 millones al año en su red de cajeros, una tajada que parece ir en crescendo año tras año, reconoció el banquero.

En términos simples, la máquina donde usted coteja sus balances o le permite retirar dinero de su cuenta sería lo menos complejo de esa gestión.

Según Páez, gestionar 637 cajeros -52% de éstos fuera de sucursales- a través de toda la Isla requiere desde pagar contribuciones por propiedad mueble al Centro de Recaudaciones e Ingresos Municipales (CRIM); dedicar recursos internos a la solución de querellas de consumidores y hasta sufragar los costos de traslado de efectivo en camiones blindados.

De acuerdo con Páez, una de las razones para el aumento es el número de querellas por transacciones incorrectas o fraudulentas cuando los clientes de Popular efectúan transacciones fuera de su red de cajeros.

"El 60% de las reclamaciones de servicio de nuestros clientes tienen que ver con transacciones que fueron efectuadas en cajeros independientes", dijo Páez. Agregó que en esos casos, la institución puede tardar semanas en completar las investigaciones y depende de terceros para corroborar si la transacción cuestionada fue incorrecta.

En ese sentido, dijo que el alza, de $1.50 a $2, busca compensar por el incremento en costes, mientras se disuade al cliente para no utilizar cajeros ajenos a la institución, lo que también supondría un costo a Popular.

"Si nosotros no hubiéramos invertido en una red que lleva más de 25 años operando, entendería el uso (de cajeros independientes) porque los clientes no tendrían acceso a su dinero", sostuvo Páez.

Competencia desigual

Páez agregó que las exigencias de seguridad a las instituciones bancarias son más amplias que las impuestas a empresas de cajeros independientes y que por ello, "no se compite en iguales términos".

Pero Fernández discrepó. Indicó que -si bien los bancos deben cumplir con regulaciones complejas como el blanqueo de capitales- la reglamentación vinculada a transacciones electrónicas es idéntica, al igual que las disposiciones que protegen al consumidor ante reclamaciones por transacciones incorrectas o fraudulentas.

Subrayó que en Puerto Rico existen aproximadamente unas 1,000 ATM independientes que gestionaron unos nueve millones de transacciones el año pasado. De esas, Cardtronics opera unas 200, incluyendo las que opera bajo una alianza de marca con Scotiabank Puerto Rico.

A preguntas de este diario en torno a transacciones incorrectas o fraudulentas, Fernández rechazó que fueran eventos frecuentes. Dijo que, según encuestas internas efectuadas por los propietarios de estas máquinas, el número de querellas por este tipo de casos ni siquiera llegó al millar el año pasado.

Por otra parte, Fernández sostuvo que cada institución o propietario independiente de una ATM decide cuánto cobra por el servicio que ofrece al consumidor, pero, en promedio, el costo de una transacción en ATM independientes ronda $1.50, en buena parte, porque se trata de una operación más eficiente que la pueden llevar a cabo las instituciones bancarias.

Bajo la red A Toda Hora (ATH), integrada por los cajeros de bancos, operan unos 1,200 cajeros en toda la Isla.