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  Por el libro
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16 de diciembre de 2011

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WASHINGTON (Reuters) - Los precios al consumidor estadounidense se mantuvieron planos en noviembre, ya que los norteamericanos pagaron menos por los autos y la gasolina, mientras que el dato de inflación a 12 meses bajó por segundo mes seguido, lo que podría darle a la Fed más espacio para reactivar la economía del país.

El Departamento de Trabajo dijo el viernes que el Indice de Precios al Consumidor no registró cambios el mes pasado. Los economistas esperaban un alza del 0,1 por ciento tras una caída del 0,1 por ciento en octubre.

En 12 meses hasta noviembre, los precios subieron un 3,4 por ciento y lograron retroceder del máximo de tres años del 3,9 por ciento alcanzado en septiembre.

Este es un informe que "da a la Fed amplia cobertura para cualquier expansión adicional de la política monetaria", dijo Ian Lyngen, estratega de bonos de CRT Capital Group en Stamford, Connecticut.

Sin embargo, algunos aspectos del informe podrían mantener alertas a algunas autoridades de la Reserva Federal todavía preocupadas por la inflación.

Excluyendo los precios de los alimentos y la energía, el índice subyacente subió un 0,2 por ciento en noviembre, mientras que a tasa anual, anotó un alza del 2,2 por ciento, por encima del 2,1 por ciento de octubre.

Al mismo tiempo, el desglose del índice revela que los precios de la gasolina cayeron un 2,4 por ciento y los de los vehículos nuevos bajaron un 0,3 por ciento.

Los economistas y los inversores estiman que la inflación se moderará en los próximos meses, lo cual podría ayudar a convencer a la Fed de que haga más expansiva su política monetaria para bajar una tasa de desempleo que sigue en un elevado 8,6 por ciento.

El dólar redujo sus pérdidas contra el euro tras el informe, mientras que los precios de los bonos del Tesoro borraron su caída y los futuros de las acciones conservaron sus ganancias.

Esta semana, la Fed advirtió que la crisis en Europa representa un gran riesgo para la economía estadounidense y dejó la puerta abierta a nuevas medidas para impulsar el crecimiento.

Los funcionarios de la Fed están divididos entre los que piensan que el alto desempleo y el alicaído crecimiento económico exigen más medidas y aquellos que creen que las iniciativas ya lanzadas pueden alentar la inflación.

Los precios de los alimentos subieron un 0,1 por ciento en noviembre, mientras que los de la indumentaria se elevaron un 0,6 por ciento.

La mayoría de los economistas cree que el próximo encuentro de la Fed del 24 y 25 de enero sería la ocasión más probable para el anuncio de nuevas medidas que ayuden a mantener los costos de endeudamiento bajos y a reactivar el crecimiento de la economía.

La Fed ya mantiene desde diciembre del 2008 su tasa de interés cerca de cero y ha comprado 2,3 billones de dólares en bonos del Gobierno y títulos hipotecarios para reanimar a la economía estadounidense tras la recesión del 2007-2009.