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30 de noviembre de 2011

El Vocero

Aunque American Airlines asegura que su solicitud de quiebra no tendrá impacto adverso en sus clientes, en el caso de Puerto Rico la reorganización de la empresa bajo el Capítulo 11 podría tener varias repercusiones, según analistas.

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Con la petición de quiebra bajo el Capítulo 11, American Airlines informó de un cambio en la dirección de su compañera matriz AMR, que estará encabezada por Thomas W.Horton, quien habló a los medios de comunicación ayer. (AP)

El economista Graham Castillo, presidente de la firma Estudios Técnicos, explicó que el efecto local que dicha quiebra pueda generar –si finalmente se le aprueba- dependerá de las decisiones que AA tomé en términos del tamaño que tendrá la empresa, tanto en cantidad de vuelos como de empleados.

Aclaró que si la aerolínea opta en su reestructuración por reducir más sus vuelos hacia la Isla y recortar su plantilla local, entonces sí se podrían generar problemas para Puerto Rico. Ayer, AA y su matriz AMR (NYSE:AMR), anunciaron la solicitud de quiebra en un tribunal de Estados Unidos.

Castillo explicó que toda economía necesita de mayor integración de vuelos aéreos para atraer visitantes de negocios y turistas, y si esto no ocurre se reduce la competitividad del país, al hacer más difícil el acceso. Dijo que no es lo mismo tener vuelos directos a diferentes destinos que lograr acceso mediante escalas.

"Mientras más escalas tengan que hacer los turistas para llegar a Puerto Rico desde cualquier punto de los EE.UU. más reduce nuestras opciones de atraer al viajero comercial y al turístico. Esta limitación le abre las puertas a otros mercados con mayor acceso aéreo y reduce nuestras oportunidades", afirmó Castillo, al recordar la disponibilidad de viajes directos que distinguían a AA.

En cuanto a la reducción en puestos de trabajo, indicó que contribuiría a elevar el desempleo en un momento en el que la tasa de desempleo supera el 16 por ciento.

Otros posibles efectos de la quiebra de AA es el encarecimiento del mercado aéreo local, ya que al reducirse el número de vuelos la competencia podría optar por aumentar sus precios ante un crecimiento en la demanda. Esto afectaría directamente la competitividad de Puerto Rico como destino.

En términos positivos para sus competidores, Castillo dijo que la reorganización de AA y su reducción de tamaño representaría una oportunidad de crecimiento para las otras aerolíneas con presencia en la Isla.

Una de las preocupaciones mayores para los clientes tan pronto se enteraron de la noticia, fue la pérdida de los puntos acumulados en el Programa de Viajeros Frecuentes. Aunque este servicio se mantiene por el momento, expertos en mercadeo aseguran que los puntos son sinónimo de lealtad a la empresa, por lo que eliminar los mismos representaría una estrategia nefasta en momentos en que justamente requieren del patrocinio y lealtad de los consumidores.

En un recorrido de EL VOCERO por el terminal de AA en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín en Isla Verde, el ambiente general era de tranquilidad entre el personal y los clientes de la aerolínea. Incluso, algunos dijeron no estar sorprendidos con la quiebra, ya que la cantidad de vuelos de AA en Puerto Rico se han reducido a más de la mitad durante los últimos cinco años y el valor de las acciones de la empresa ha registrado caídas significativas.

AMR, la tercera compañía aérea de Estados Unidos en acogerse a capítulo de quiebras, tras previas radicaciones de United Airlines y Delta Air Lines, señaló que la quiebra no tendrá impacto sobre las operaciones fuera de Estados Unidos, garantizando que sus filiares AA y American Eagle seguirán sus operaciones. La petición fue acompañada de un cambio en la dirección de AMR y American Airlines, que serán encabezadas por Thomas W.Horton, en reemplazo de Gerard Arpey.

La versión oficial señala que la decisión se tomó para lograr una estructura de costos y deudas que sea competitiva en el sector aeronáutico, a fin de mantener el nivel de servicios a sus clientes. "American espera continuar con sus operaciones comerciales normales durante todo el proceso de reorganización, y la actividad comercial continuará siendo operada por la gerencia de la Compañía. El proceso de reorganización según las disposiciones del Capítulo 11 de la ley de los Estados Unidos permite que una compañía mantenga sus operaciones comerciales normales mientras establece un costo competitivo y una estructura de deuda. Esta acción no tiene impacto legal directo en ninguna de las operaciones de American Airlines fuera de los Estados Unidos", reza el comunicado emitido ayer.

AA mantenía ayer su programa de vuelo y funcionamiento normal. Además, como parte de la alianza Oneworld, de la cual es miembro fundador, todas sus asociaciones de código compartido seguían vigentes, lo que permite a sus clientes acumular y canjear millas para opciones de vuelos convenientes en todo el mundo.

"American opera en 260 aeropuertos en más de 50 países y territorios, y nos comprometemos a mantener una fuerte presencia en los mercados en todo el mundo. Confío en que American emergerá aun más sólida como líder mundial conocido por su excelencia e innovación; un socio de viaje que los clientes buscan, y una operadora de viajes que presta servicios en comunidades en todo el mundo", indicó Horton.

Las acciones de AMR caían hasta un 85 por ciento en las tempranas negociaciones del mercado, valorándose las mismas en poco más de $1.50. AMR tiene activos por un valor de $24,720 millones, mientras que sus pasivos ascienden a $29,550 millones. La compañía dijo que tiene $4,100 millones en efectivo para asegurar un suministro ininterrumpido de productos y servicios.

Según analistas de la industria, la compañía no podía darse el lujo de seguir perdiendo dinero. El año pasado, AA fue la única línea aérea estadounidense que quedó en rojo. AMR tuvo una pérdida neta de $471 millones. Este año, estiman que los resultados serán similares. Los altos precios del petróleo han sido un factor determinante ya que AA tiene una flota menos eficiente en consumo de combustible. Mientras, los costos laborales también influyeron.