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28 de noviembre de 2011

El Nuevo Herald

Hace casi un año, a plena luz del día, el cartero Bruce Parton, de North Miami, fue asesinado para quitarle la llave maestra, afirman las autoridades, que puso en peligro la información financiera de los habitantes de un edificio de apartamentos del norte de Miami-Dade.

Los dos hombres acusados del asesinato de Parton, de 60 años, usaron la llave maestra, llamada Arrow Key, para robar información financiera de docenas de buzones postales de los vecinos. Como por arte de magia, los dos convirtieron la identidad de otros en un caudal electrónico de dinero en efectivo, mediante la presentación por internet de declaraciones de impuestos falsas a nombre de las víctimas, según documentos judiciales.

Y el colaborador, aunque sin proponérselo, resultó ser el Servicio de Rentas Internas (IRS). (IRS). La entidad federal, sin verificar la identidad en las reclamaciones falsas, cargó los reembolsos a tarjetas de débito que los hombre usaron en Winn-Dixie, 7-Eleven y Chase Bank, muestran los documentos.

Pikerson J. Mentor, de 30 años y quien supuestamente le disparó a Parton, acababa de ser liberado de prisión antes de los hechos, y Dwayne Politasse, de 23 años, acusado de conducir el auto en que viajaban, son dos más de una preocupante ola de delincuentes callejeros que se han incorporado a las filas cada vez más numerosas de los ladrones de identidad, afirman las autoridades.

Los dos hombres de Miami-Dade, detenidos bajo custodia federal y sin derecho a fianza, se declararon este mes inocentes de de nuevos cargos de robo de identidad con agravantes, además de homicidio, el uso de un arma en la comisión de un delito, robo, fraude de tarjetas de débito, posesión ilegal de una llave del Servicio Postal y posesión de munición por parte de un convicto.

La Fiscalía Federal y otras entidades del gobierno central han declinado comentar sobre el asesinato de Parton el 6 de diciembre, pero el Departamento de Justicia estudia la posibilidad de solicitar la pena de muerte.

Las autoridades afirman que el caso es un ejemplo dramático de los robos de identidad que se han destapado en esta era de transacciones electrónicas. Los cacos se han graduado del fraude diario con tarjetas de débito a robar identidades, como el número del Seguro Social, para robarse devoluciones fiscales de los contribuyentes antes que las víctimas presenten sus declaraciones de impuestos al IRS.El fiscal federal Wifredo Ferrer dijo que amplió un equipo especial federal de Miami-Dade a Broward anteriormente este año para combatir los delitos de robo de identidad en la región, donde los encausamientos se han multiplicado por cuatro, a casi 90, desde el 2007, muestran registros judiciales.

"Vemos acusados que antes participaban en otros delitos [como narcotráfico], dedicándose ahora al robo de identidad, porque es más fácil, lucrativo y menos violento", declaró Ferrer a The Miami Herald.

El fiscal federal dijo que las estafas con la devolución de fondos del gobierno son particularmente perniciosas porque hacen un daño tremendo a las víctimas: contribuyentes legítimos a quienes les han robado la identidad y su dinero, además del gobierno federal.

"Considero esto una amenaza real porque se trata de algo masivo", dijo.

De hecho, la epidemia del robo de identidad y fraude de devoluciones del gobierno se ha extendido en todo el país.

En septiembre, agentes federales arrestaron a 49 personas —varios con antecedentes penales— en la zona de Tampa, acusados de robo de identidad y de usar esas identidades para conseguir devoluciones fraudulentas. Los investigadores de la Operación Rainmaker, como se llamó la pesquisa, que duró un año, interceptaron $100 millones y recuperaron $5 millones en devoluciones fraudulentas, efectivo, joyas, carros y sistemas de entretenimiento.

Así funcionaba el plan: tras asegurarse de que el número del Seguro Social de la víctima no se usaba en una declaración tributaria, presentaban una fraudulenta a través de empresas en línea como Turbo Tax. Entonces el gobierno enviaba el reembolso con una tarjeta de débito, cheque o depósito directo.

Los acusados "básicamente corrompieron el sistema electrónico de declaraciones tributarias", dijo un agente del Servicio Secreto después de los arrestos.

Los estafadores, de hecho, se aprovecharon de una falla en el sistema electrónico de declaraciones, según la Oficina General de Rendición de Cuentas (GAO).

La entidad federal de supervisión determinó que el IRS no compara las devoluciones con las planillas W-2 de ingresos de los empleadores hasta junio, meses después que termina al proceso de declaraciones el 15 de abril, demasiado tarde para atrapar a los ladrones de identidad.

"El IRS debe modernizar su sistema de procesamiento y exigir a los empleadores que presenten los formularios W-2 antes", dijo Jim White, director de Asuntos Estratégicos de la GAO.