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  Por el libro
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20 de septiembre de 2011

Servicios Combinados

Es probable que la caída en las ventas de productos de limpieza registrada en los últimos cuatro años en Estados Unidos sean una señal de que el país -responsable de inventar la aspiradora, por ejemplo- ha perdido su interés por las tareas domésticas.

Según la empresa de investigación de mercado Mintel, desde 2006 la demanda ha disminuido un 20% (tomando en cuenta la inflación) y se prevé una reducción adicional del 10% en el mercado desde 2010 hasta 2015.

Otras cifras también siguen esta tendencia.

Una portavoz de la compañía británica Reckitt Benckiser, que tiene productos de limpieza, asegura que sus últimas cifras de ventas son fuertes debido a los mercados emergentes y no a EE.UU., en donde el mercado ha dejado de crecer.

Entonces, ¿cuál es la razón por la que los desinfectantes, detergentes, aerosoles y demás productos parecen haber caído en desgracia?

Además de que los presupuestos familiares han disminuido, dice el informe de Mintel, ha habido un cambio continuo en la manera de limpiar: las generaciones anteriores limpiaban a fondo aunque no hiciera falta, mientras que ahora sólo se asea cuando es estrictamente necesario.

La falta de tiempo y dinero son los principales responsables. Sin embargo, cabe preguntarse si también ha habido un cambio en la actitud de los estadounidenses.

Obsesión nacional

Anne Kocsis, quien escribió The Complete Guide to Eco-friendly Housecleaning (La Guía Completa de la limpieza ecológica del hogar) argumenta que -a pesar de las estadísticas- los estadounidenses no están limpiando menos, sino que están siendo más inteligentes acerca de cómo lo hacen.

"Más personas están al tanto de la existencia de los productos químicos y están siendo más cautelosos acerca de lo que usan en sus hogares. Además están conscientes del efecto que tienen sobre ellos y el medio ambiente", dice.

La cultura de la limpieza en EE.UU. comenzó durante la Guerra Civil, según lo explica Katherine Ashenburg, autora del libro The Dirt on Clean (La suciedad de la limpieza).

En ese momento, eso contribuyó a reducir el número de muertes por falta de higiene, que en ese momento significaba una amenaza mayor que las balas.

"Más personas están al tanto de la existencia de los productos químicos y están siendo más cautelosos acerca de lo que usan en sus hogares"

Anne Kocsis, autora de "La Guía Completa de la limpieza ecológica del hogar"

Luego, el nacimiento de la publicidad -y la voluntad de los estadounidenses de ser persuadidos por ella- desató una obsesión nacional por la limpieza a comienzos del siglo XX.

Un estereotipo que en la actualidad ha sido reforzado por las casas inmaculadas que muestran distintas series de televisión como The Stepford Wives y Desperate Housewives.

Pero hoy en día, dice Ashenburg, el péndulo parece estar alejándose de la limpieza obsesiva debido a las preocupaciones ambientales y al hecho de que la gente está siendo más inteligente frente a la publicidad.

"Se llegó demasiado lejos", agrega.

Según la autora, ahora vivimos en ambientes más limpios gracias al arduo trabajo de las aspiradoras, lavadoras y lavaplatos automáticos.

Sólo un poco

Sin embargo, ahora y también existe un creciente reconocimiento de que los gérmenes en el hogar pueden ser beneficiosos.

Se sabe que la exposición a bacterias, virus y parásitos a temprana edad ayudan al sistema inmunológico de los niños. La falta de ellos, dicen los expertos, podrían explicar el reciente auge de las alergias en los países desarrollados.

Esta sería otra de las posibles razones por las que los padres parecen estar más relajados con el tema de la limpieza.

Lo que sí es cierto es que aunque exista un descuido en el higiene interior de las viviendas en EE.UU., ello no ocurre fuera de la casa, dicen los expertos.

El reciente brote de la gripe porcina reforzó el mensaje de que es necesario mantener las manos limpias.

Así que aunque la suciedad se esté poniendo de moda, vale la pena detenerse a distinguir la suciedad dañina de la inofensiva... Si es que ello es posible.