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9 de agosto de 2021

El Nuevo Dia

El Departamento de Salud ya ha registrado 33 muertes por COVID-19 entre residentes de hogares de adultos mayores. (El Nuevo Día)

En medio del surgimiento de brotes de COVID-19 en los centros de cuidado prolongado de adultos mayores, la Asociación de Dueños de Centros de Cuido de Larga Duración urgió este domingo al Departamento de Salud retomar la asistencia en pruebas de cernimiento en estas instituciones.

Juanita Aponte, la presidenta de la organización, sostuvo que Salud realizó pruebas periódicas de antígeno en los centros hasta el momento en que, de forma general, comenzaron a bajar los contagios de COVID-19 en Puerto Rico, y cuando se había alcanzado un alto porcentaje de residentes y trabajadores vacunados contra el coronavirus.

“Se dejó de hacer y lo entendemos en ese momento, pero ante el surgimiento de la variante delta, tenemos adultos mayores que, aunque están vacunados se están contagiando con el virus y la única manera que tenemos para prevenir que haya un brote es saber que tenemos una persona positiva. Esto lo podemos hacer solo con las pruebas de cernimiento”, sostuvo Aponte.

El principal oficial de Epidemiología de Salud, José Becerra, reconoció que la agencia detuvo esa asistencia, “porque había bajado la transmisión comunitaria y los residentes y empleados estaban completamente vacunados, donde se descontinuaron las pruebas”, planteó en declaraciones escritas a El Nuevo Día. No se precisó cuánto Salud dejó de realizar las pruebas en los centros, pero Becerra indicó que se están revisando los protocolos “para atemperarlos a la nueva realidad del repunte”.

La portavoz de los miembros de la Asociación indicó que de forma independiente los administradores de los centros han reforzado la realización de pruebas de cernimiento, pero el acceso a las pruebas se ha visto presuntamente limitado para los residentes que cuentan solo con el plan de salud del gobierno (Vital), que han enfrentado alegadas dificultades con las aseguradoras en torno a la cobertura de las pruebas.

“En mi institución ya empecé a hacerlas, porque mis residentes tienen planes privados”, indicó Aponte.

De igual modo, denunció que, aún en medio del actual repunte de contagios, el Departamento de la Familia no ha cumplido con entregar a los centros una ayuda monetaria mediante fondos federales de asistencia por la pandemia. La presidenta de la Asociación aseguró que Familia informó incluso cantidades específicas que recibirían los centros, pero no los ha desembolsado. Ese dinero, sostuvo Aponte, urge para adquirir equipos técnicos y de protección personal adicional, como mascarillas, guantes, materiales de desinfección, termómetros y máquinas de oxigenación.

“No gustaría que se restablecieran las pruebas (de cernimiento) y los fondos que se a anunciaron, que nunca nos llegaron por parte del Departamento de la Familia. Hemos identificado limitación en los equipos (de protección personal)”, subrayó Aponte. El Nuevo Día hizo una petición de entrevista a Familia, pero al momento de esta publicación no había una respuesta.

En Puerto Rico la tasa de positividad entre los mayores de 65 años o más se encuentra en 7.5%, con 67 casos nuevos por día en ese grupo de edad, indicó el bioestadístico Rafael Irizarry, miembro de la Coalición Científica, en respuesta a este medio. El alza en la tasa de positividad en ese renglón particular, “en el pasado ha sido seguido por aumentos en muertes”. La tasa de mortalidad en pacientes diagnosticados con COVID-19 era en promedio 0.6 por día el 17 de julio, pero hoy se encuentra en 3.4 fallecimientos diarios.

La Oficina de Investigación y Epidemiología de Salud informó el sábado que investiga 22 brotes que han surgido en centros de cuido y égidas hasta el 6 de agosto. Un total de 116 personas han arrojado positivo al virus de los cuales 90 son residentes y 27 empleados.

“Los contagios en centros de cuidado prolongado son un reflejo del aumento en la transmisión comunitaria. Ese aumento se ha extendido a la población de 60 años o más. La mayoría de los contagios en este grupo de edad ocurren fuera de los centros de cuidado prolongado”, expresó Becerra en sus declaraciones.

El municipio con mayor número de contagios es Bayamón, con 18 personas contagiadas que reportaron no estar vacunadas. En relación con estos brotes hay al menos una defunción de una persona no vacunada. Salud aseguró que todos los brotes están controlados.

En un comunicado de prensa, la agencia indicó que desde el 26 de octubre de 2020 realizó 103,312 pruebas de antígeno en 777 establecimientos de cuidos prolongados y 124 égidas, de las cuales 34,769 fueron a empleados y 68,543 a residentes. Se identificaron 1,359 casos positivos en residentes y 370 en empleados. Pero Salud no precisó hasta cuándo realizó esas pruebas.

La agencia añadió que contactó 1,166 facilidades donde el 93% de los empleados y el 91% de los residentes se encuentran inmunizados. Pero estimó que 348 personas no se han vacunado en 152 facilidades identificadas. Salud identificó facilidades en San Juan, Juana Díaz y Bayamón con 0% de personas vacunadas, mientras las defunciones de residentes a consecuencia del COVID-19 suman 282.

Aponte calificó como “irresponsables”, tanto a los empleados que se han negado a vacunarse como a los familiares de los adultos mayores que no han autorizado la vacunación de estos residentes.

“Hemos visto trabajadores de hogares que se resisten, hasta dueños de hogares que se han resistido”, manifestó.

Brote en centros de cuido prolongado o égidas se define como en lugares donde la población se encuentra cautiva y se identifica al menos, un caso positivo a una prueba de antígenos o prueba molecular siempre y cuando el contagio haya ocurrido dentro de la facilidad.