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7 de enero de 2019

Diario Las Americas

MIAMI.- Con una extensa playa muy bien surtida y un mestizaje de culturas que la enaltece, Miami continúa encareciéndose apresuradamente, en específico el costo de la vivienda, sin que se preste mucha atención a ello.

Un informe de la Universidad de Harvard asegura que Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach denotan el mayor porcentaje de personas en el país que gastan más de la mitad de sus entradas económicas para pagar alquiler.

Según el informe del grupo Joint Center for Housing Studies, con sede en la prestigiosa institución académica, al menos el 36 % de la población del sur de la Florida emplea más de 20.000 dólares al año en el pago de viviendas, lo que significa 10 puntos porcentuales más que la media reportada en el país.

De hecho, Miami es una de las cinco ciudades más apetecidas para vivir, o al menos para tener un condominio disponible en las vacaciones, y también una de las que mayores gastos tienen que afrontar sus habitantes, según un estudio de la firma especializada en bienes raíces RentCafé.

De acuerdo con el informe, con sus más de treinta municipalidades y más de tres millones de habitantes, el Gran Miami figura en el puesto número 8 del país con un promedio de deuda de 300 dólares, tras el paso de la Navidad, aunque aún muy lejos de Nueva York donde la cifra asciende a 4.200 dólares.

“El índice de deuda, tras el paso de los días festivos de diciembre y la compra de regalos, es el mejor indicativo de cuán bien o mal estamos”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS SamWilson, profesor de economía de University of Florida.

En efecto, la media de alquiler por un apartamento con un dormitorio en Miami oscila alrededor de 1.650 dólares al mes, si tenemos en cuenta que los precios varían de 800 a 2.300 dólares según la zona de la ciudad.

“En una ciudad, donde el salario promedio por hogar no supera los 54.000 dólares al año, o sea unos 41.200 en efectivo tras el pago de impuestos al Gobierno federal, es necesario contar los centavos para pagar veinte mil facturas y llegar al fin de mes”, señaló el profesor Wilson.

Nivel de vida

Según el Censo nacional actualizado, Miami-Dade denota una media de ingreso anual por familia de 55.000 dólares, casi 2.000 más que el resto de la Florida pero 6.000 menos que el promedio de la nación.

De los 41.200 dólares anuales, unos 3.430 dólares al mes, que recibe una familia integrada por un matrimonio y una menor en Miami, por un modesto apartamento con un dormitorio, debe pagar 1.200 dólares de alquiler, 500 dólares para alimentación básica y artículos de aseo para él, su esposa y su pequeña hija de cinco años, así como 200 dólares para electricidad y televisión elemental por cable, 200 dólares para transportación, otros 200 para pagar la deuda del automóvil al banco, 200 de seguro para el auto y 350 para seguro médico asequible.

Y tras los pagos obligatorios para vivir el mes, el matrimonio y su pequeña de cinco años apenas cuenta con 300 dólares para vestuario, útiles escolares, alimentación adicional, entretenimiento y otros gastos que también son necesarios.

“No me sorprenden esas cifras. Basta mirar alrededor para darnos cuenta de las diferencias económicas que existen entre un lado y el otro de la ciudad”, señaló el profesor de economía. “Aunque en menor escala de lo que sucede en países subdesarrollados e incluso desarrollados”, destacó.

Si tenemos en cuenta las estadísticas, Miami-Dade es el cuarto mercado de bienes raíces más grande del país, después de Los Ángeles, Nueva York y Washington DC, con cerca de 900.000 millones de dólares y un incremento anual de 4,7 por ciento.

“La tendencia al alza del valor de la propiedad termina afectando el bolsillo de los inquilinos”, argumentó el profesor Wilson. “La ausencia de una ley condal o estatal, como existe en Nueva York, que limita de alguna manera el precio del alquiler, deja al descubierto a los inquilinos”, señaló.

Más cifras

Comprar una vivienda es el típico sueño americano deseado, pero desear comprarla en estos tiempos parece ser un sueño casi imposible.

En los últimos 20 años el precio de la vivienda ha subido vertiginosamente, pero el aumento del poder adquisitivo no ha sido consecuente con ello.

“Digamos que la familia Z ganaba 30.000 dólares hace 20 años y que podían optar de un préstamo de 80.000 dólares para comprar una casa”, argumentó el académico.

“Hoy ese matrimonio podría ganar tal vez casi el doble, 58.000 dólares, pero la misma casa que desearon comprar hace 20 años cuesta cuatro veces más ahora, unos 350.000 dólares”, alegó.

Lugares específicos como Miami Beach, donde la media a pagar aumenta a 1.993 dólares al mes, la carga es aún mayor, aunque otras urbanizaciones, como Hialeah, en la que la cifra mensual desciende a 1.355 dólares, la situación mejora en cierta medida.

“El precio del alquiler aumenta de la misma manera que el precio de compra sube y eso es muy peligroso porque daña la estabilidad económica de las personas con menos ingresos”, señaló José Menéndez, corredor de bienes raíces.

Ciudades como Nueva York, San Francisco y Washington DC denotan alquileres superiores, cuyas medias a pagar rebasan los 2.500 dólares, pero Menéndez argumentó que en esos lugares “los sueldos suelen ser superiores y existen medidas municipales que tienden a regular los precios”.

El condado Miami-Dade cuenta con una autoridad de vivienda que atiende necesidades de la ciudadanía, pero apenas puede atender un pequeño porcentaje de solicitudes.

Vivienda asequible

Hace algo más de un año el entonces aspirante a la Comisión de Miami Joe Carollo señaló que “la gente de Miami no puede pagar esas viviendas tan caras, esas rentas por el cielo. Y esa es una de las razones principales por las que quiero regresar a la Comisión, para crear una autoridad de viviendas y crear los fondos necesarios para construir viviendas asequibles, sin tener que depender de otras fuentes”.

“No sé quién tenga la fórmula mágica para satisfacer necesidades pero sí sé que hay que hacerlos pronto, antes de que sea demasiado tarde”, resaltó el corredor de bienes raíces.