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  Por el libro
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18 de febrero de 2022

El Diario NY

Lo que inició como una sorpresa para una mujer, al toparse con un cheque de $20,000 en su buzón, la llevó a descubrir que alguien había usurpado su identidad.

Un día como cualquier otro, Tenita Batts de Carolina del Norte abrió su correo y se encontró un cheque por $20,000 en dinero de alivio de alquiler que no había solicitado, y aunque en un inicio pudiera pensarse que la mujer tenía muy buena fortuna al recibirlo sin pedirlo, pronto supo el por qué.

“Pasaron muchas cosas por mi mente”, recordó. “Estoy como, ‘¿Esto es para mí Dios? ¿Alguien realmente me envió un cheque?'”, señaló Batts.

En un inicio, la mujer pensó que tal vez el dinero sería una bendición, pero al mirar con más detenimiento el cheque sus alarmas se encendieron pues aunque estaba a su nombre, era del Programa de Alivio de Alquileres de Texas.

“Dije que nunca he vivido en Texas, nunca he estado en Texas“, comentó.

A los pocos instantes de descubrir el cheque, Batts recibió mensajes de texto de un hombre que afirmaba que un error provocó que su dinero de Texas Rental Relief le llegara a la mujer en Carolina del Norte. Él le pidió que lo devolviera.

Al cuestionarle cómo es que había conseguido un cheque a su nombre, el hombre le dijo que estaba a su nombre y dirección porque le rentaba, a lo que Batts le cuestionó cómo podía ser eso si ella no vivía en Texas.

Al darse cuenta de que el relato del hombre no tenía sentido, la mujer se negó a devolver el cheque.

“En primer lugar, me has robado mi nombre, me has robado mi identidad”, le envió un mensaje de texto al hombre con el que estaba hablando sobre el cheque.

En busca de respuestas, la afectada contactó a la solucionadora de problemas Diane Wilson y ella se puso en contacto con el programa Texas Rent Relief, quien confirmó que alguien había creado una solicitud de propietario a nombre y correo electrónico de Batts con dos inquilinos diferentes.

El representante informó que su equipo de fraude marcó la cuenta e investigará más a fondo.

Ahora, Batts se siente más aliviada de saber el origen del cheque, el cual devolvió al programa, y al mismo tiempo aprovechó para verificar su crédito y revisar si alguien más había intentado abrir cuentas a su nombre o usar su identidad.