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EFE

Washington, 5 feb (EFE).- La coalición LULAC y otros grupos defensores de las minorías pidieron hoy a las autoridades federal y a congresistas analizar las operaciones de la multinacional Herbalife, por considerar que hay elementos para demostrar que sus prácticas son "fraudulentas", algo que niega esa empresa.

"Herbalife es una empresa piramidal con prácticas corporativas ilegales que ha engañado a cientos de miles, tal vez a millones de personas; entre el 60% y el 83% (de ellas) de origen latino", afirmó en rueda de prensa Juan José Gutiérrez, líder de la organización de servicios migratorios "Vamos Unidos", de Los Ángeles (California).

Varias personas de diferentes estados del país que se identificaron como afectados por Herbalife participaron en Washington en una conferencia con los medios de comunicación junto con la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que se refirió a Herbalife como "Herbalies" ("Herbamentiras").

Los miembros de la organización con presencia nacional manifestaron que su intención no es que se retribuya con dinero a las personas perjudicadas, sino que se deje de defraudar a la gente que invierte su dinero y tiempo en los productos de esa compañía de suplementos nutricionales para después venderlos.

"Deseamos que el Congreso y reguladores del gobierno observen el modelo de negocios de Herbalife, ya que se alimenta de las poblaciones más vulnerables de nuestro país", dijo Brent Wilkes, director ejecutivo a nivel nacional de LULAC.

 

 

Herbalife ha asegurado que sus productos y modelos de negocio son legítimos y que la compañía es una empresa que opera de buena fe.

"En primera, las acusaciones son falsas porque no somos un esquema piramidal", dijo a EFE Marco González, portavoz de Herbalife.

"Hemos invitado a LULAC para analizar y corregir los detalles de personas que citan una mala experiencia con Herbalife, y es decepcionante ver que LULAC prefiere continuar haciendo declaraciones públicas equivocadas que no reflejan a una empresa que ofrece protecciones al consumidor ejemplares", agregó.

Informó que los socios potenciales de Herbalife no requieren efectuar un mínimo de compras de los productos y que el costo de entrar en la sociedad es de 57,75 dólares.

"No le pagamos por reclutar, que es la regla número. Ellos generan sus ingresos de la venta del producto", dijo.

Los miembros tienen hasta 90 días para solicitar su reembolso del costo de la cuota de ingreso en caso de optar por renunciar a seguir tratando con Herbalife, afirmó el portavoz.

En una conferencia con los medios de comunicación en Washington, donde participaron varios presuntos afectados de diferentes estados del país, la coalición dijo que el gobierno debe actuar para detener esta prácticas, que calificó como "depredadoras".

Los miembros de la organización portaban camisetas con las palabras "Herbalife predators Business practices".

Las presuntas víctimas coincidieron en sus testimonios en el sentido de que la corporación les "ofrece paraísos" mientras les vende suplementos alimentarios que difícilmente pueden ellos vender a su vez en el mercado.

Las quejas que se han interpuesto en contra de Herbalife indican que la compañía abusa de la confianza del inversor y se aprovecha en muchas ocasiones de sus condiciones migratorias o idiomáticas.

"Hemos reunido siete quejas en Illinois de gente que ha sido engañada", aseguró Julie Contreras, representante de LULAC en Waukegan (Illinois). "Todo lo que Herbalife dice en su publicidad y copias que reparte son puras mentiras. Cuando escuches sobre 'Herbalies', es como un ladrón que entra a tu casa a robarte".

Un trabajador indocumentado procedente de Ecuador dijo a EFE que perdió al menos cinco mil dólares en un periodo de ocho meses en que intentó hacer negocios con la empresa en Nueva York.

"Un amigo me dijo que dejara mi trabajo para ganar mucho dinero en Herbalife", dijo el individuo, natural de Cañar (Ecuador).

"Pagué primero 150 dólares por los productos y luego me dijeron que había oportunidad de ir a Atlantic City, pero que para eso tenía que comprar 3.000 más y hacerme supervisor. Pasaron meses y no vendí nada. Y hasta casi pierdo mi trabajo en la construcción por todo el tiempo que perdí", agregó.

Las quejas, expuestas ante la Comisión Federal de Comercio (FTC), una oficina federal no partidista, las planteó hace más de un año el multimillonario William Ackerman, fundador de los fondo de inversión Pershing Square Capital Management, quien acusa directamente a Herbalife de tener un esquema ilegal piramidal de ingresos.

Apoyada por algunos inversores, tales como George Soros y Carl Icahn, Herbalife siempre ha rechazado las acusaciones de Ackerman.